Davide Ancelotti ha tomado una decisión clave para su carrera: continuar en el Real Madrid. 'AS' ha informado que el segundo entrenador madridista ha dado la instrucción a su representante de no escuchar ninguna oferta para esta temporada, optando por quedarse en el equipo merengue.
A sus 34 años, el hijo de Ancelotti considera que la mejor opción para continuar creciendo en los banquillos es quedarse en el Real Madrid. Lleva trabajando codo con codo con Carletto desde 2016 y quiere seguir haciéndolo, como mínimo, por una campaña más sentado en la butaca del Bernabéu.
Davide Ancelotti rechaza ofertas: se queda
Ha recibido distintas llamadas. No pasa desapercibido para nadie que es el hijo de Ancelotti y, además, ha pasado casi diez años aprendiendo de él sentado en un banquillo.
Recientemente, le pusieron encima de la mesa un suculento contrato procedente de Arabia Saudí, pero lo rechazó. En España le quiso el Sevilla, aunque prácticamente ni escuchó la propuesta. Mientras tanto, el presunto interés del Everton quedó en el aire, aunque la realidad es que podría convertirse, pronto, en una opción real.
Florentino pondrá facilidades
El presidente del Real Madrid no piensa ponerle ningún tipo de problema al italiano si algún día llega con una propuesta y quiere marcharse para iniciar su andadura como entrenador.
Florentino entendería esta postura y le dejaría abandonar el club si así lo pidiera. Todo dependerá del propio Davide, que, de momento, no tiene ninguna intención de salir.
En cualquier caso, el pequeño de Ancelotti considera que la mejor opción pasa por continuar aprendiendo de su padre durante un año más. Después, de cara al 2025, estudiará las propuestas que le vayan llegando, sin descartar la posibilidad de abandonar el Real Madrid.
Lo que tiene claro el italiano es que quiere probar más pronto que tarde su andadura como entrenador principal en solitario, alejado de Carlo. Ha tenido la posibilidad, pero no quiere tener prisa y tirarlo todo a la basura. Es joven, tiene mucha carrera por delante, quiere ganarse un nombre por sí mismo.
Carlo lo respeta: en cuanto se lo pida, igual que Florentino, le dará todas las facilidades del mundo a un Davide Ancelotti llamado a comerse los banquillos.