El adelantamiento a ciclistas es un momento crítico en la carretera, y para mejorar la seguridad, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha implementado nuevas normativas que todos los conductores deben conocer. Aquí te explicamos los cambios más importantes de manera clara y sencilla.
Reducción de velocidad al adelantar
Uno de los cambios más destacados es la obligación de reducir la velocidad al adelantar a un ciclista. Ahora, los conductores deben disminuir su velocidad en al menos 20 km/h respecto al límite permitido en la vía. Por ejemplo, si el límite de velocidad es de 80 km/h, al adelantar a un ciclista, el vehículo no debe superar los 60 km/h. Este cambio busca minimizar la diferencia de velocidad entre vehículos y bicicletas, reduciendo el riesgo de accidentes graves.
Distancia lateral mínima
Se mantiene la distancia lateral mínima de 1,5 metros al adelantar a ciclistas. Sin embargo, en vías con más de un carril por sentido, ahora es obligatorio cambiar de carril completamente durante la maniobra de adelantamiento. Este ajuste se introduce para asegurar un espacio seguro para los ciclistas y evitar accidentes.
Multas y sanciones
El incumplimiento de estas normas puede resultar en sanciones severas. No respetar la distancia lateral mínima o adelantar sin precaución adecuada puede acarrear multas de hasta 200 euros y la pérdida de seis puntos en el carnet de conducir. La DGT ha endurecido las penalizaciones para fomentar el respeto y la seguridad en la carretera.
Obligaciones para los ciclistas
Los ciclistas también tienen responsabilidades bajo la nueva normativa. Es obligatorio el uso de casco en carretera y disponer de elementos luminosos o reflectantes durante la noche o en condiciones de baja visibilidad. Además, los ciclistas deben circular por la calzada, no por las aceras, que son de uso exclusivo para peatones. Estos requisitos están diseñados para mejorar la visibilidad y seguridad de los ciclistas en la vía pública.
La seguridad vial no solo depende de las normas, sino también de la convivencia y el respeto mutuo entre ciclistas y conductores. Ambos deben cumplir con las regulaciones para garantizar un entorno seguro. La nueva normativa refuerza este compromiso, subrayando la importancia de proteger a los usuarios más vulnerables de la carretera.