En los últimos años, los patinetes eléctricos se han convertido en una opción popular de movilidad en las ciudades españolas. Su facilidad de uso, la capacidad de evitar el tráfico y su bajo coste operativo han llevado a un aumento considerable en su adopción. Sin embargo, este auge también ha traído problemas significativos. La falta de una normativa clara inicialmente permitió que estos vehículos circularan tanto por calzadas como por aceras, generando conflictos y riesgos para peatones y otros usuarios vulnerables de las vías.
Nuevas normativas para patinetes eléctricos
Para abordar estos problemas, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha propuesto una serie de medidas que buscan mejorar la seguridad vial. Una de las principales novedades es la prohibición del uso de patinetes eléctricos por menores de 16 años. Esta medida forma parte de una reforma más amplia del Reglamento General de Circulación, que también incluye la obligatoriedad del uso de casco homologado y la prohibición de circular fuera de zonas urbanas.
Seguridad adicional para usuarios de patinetes
Además de la edad mínima y el uso obligatorio de casco, la DGT establece que los conductores de patinetes deben llevar un elemento luminoso o retrorreflectante en situaciones de baja visibilidad o durante la noche. También se requiere que los usuarios utilicen un brazo para señalizar las maniobras que vayan a realizar, mejorando así la comunicación con otros usuarios de la vía.
Equipamiento obligatorio para trabajadores
Los conductores de patinetes eléctricos que usen estos vehículos para trabajar, como repartidores, deberán llevar un chaleco reflectante de alta visibilidad. Esta medida busca reducir los riesgos asociados con la baja visibilidad y mejorar la seguridad laboral de estos trabajadores.
Reducción de las tasas de alcoholemia
Otro aspecto relevante de la reforma es la reducción de las tasas de alcoholemia permitidas para conductores noveles y profesionales. La nueva normativa propone un límite de 0,20 gramos por litro de alcohol en sangre, reduciendo el límite actual de 0,30. Esta medida se alinea con recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y tiene como objetivo reducir los accidentes relacionados con el consumo de alcohol.