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Hombre con dolor en el pecho mientras conduce, con una señal de advertencia superpuesta.

La DGT avisa: si padeces alguna de estas enfermedades puedes perder el carnet

Descubre qué patologías pueden afectar tu capacidad de conducir y cómo proteger tu seguridad vial.

Conducir es una responsabilidad enorme que no solo afecta a quien va al volante, sino también a otros conductores y peatones. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha identificado varias enfermedades que pueden poner en riesgo nuestra seguridad y la de los demás en la carretera. En este artículo, te explicamos cuáles son estas patologías y las recomendaciones de la DGT para mantener la seguridad vial.

Enfermedades que pueden impedirte conducir, según la DGT

La DGT ha publicado una lista de enfermedades que pueden afectar tu capacidad para conducir de manera segura. Si padeces alguna de estas dolencias, podrías perder tu licencia de conducir. Entre las principales enfermedades se encuentran:

Un médico con bata blanca y estetoscopio consulta a un paciente mientras toma notas en una carpeta en una oficina moderna con estanterías y una ventana grande.
Si padeces alguna de estas dolencias, es fundamental que consultes a tu médico y sigas las recomendaciones de la DGT | Imagen generada por IA

Problemas de visión:  La visión es esencial para una conducción segura. Enfermedades como el glaucoma, las cataratas o la degeneración macular pueden reducir significativamente la capacidad visual. La DGT exige que las personas con problemas de visión se sometan a revisiones periódicas para garantizar su aptitud para conducir.

Epilepsia y conducción:La epilepsia es una enfermedad que provoca convulsiones y pérdida de conciencia. La DGT considera que las personas con epilepsia no deben conducir, ya que un ataque al volante puede ser extremadamente peligroso tanto para el conductor como para los demás usuarios de la vía.

Trastornos del sueño y su impacto en la conducción: Los trastornos del sueño, como la apnea del sueño, pueden causar somnolencia diurna, aumentando el riesgo de accidentes de tráfico. La DGT recomienda que las personas con estos trastornos no conduzcan hasta que su condición esté debidamente controlada por un profesional de la salud.

Enfermedades cardiovasculares:  Las enfermedades del corazón, como la insuficiencia cardíaca o las arritmias, pueden afectar gravemente la capacidad de una persona para conducir. La DGT sugiere que los pacientes con estas enfermedades consulten a su médico antes de ponerse al volante para evaluar su estado de salud y riesgos asociados.

Trastornos neurológicos y la seguridad vial: Enfermedades neurológicas como el Parkinson, la esclerosis múltiple o la demencia pueden afectar la coordinación y la capacidad de reacción. La DGT recomienda que las personas con estos trastornos eviten conducir, ya que su capacidad para manejar un vehículo de manera segura puede estar comprometida.

Recomendaciones de la DGT sobre otras dolencias

Además de las enfermedades mencionadas, la DGT también hace recomendaciones sobre otras dolencias que pueden afectar la conducción. Estas recomendaciones buscan garantizar la seguridad de todos los usuarios de la vía.

Diabetes y conducción segura:  La diabetes puede causar hipoglucemias, episodios de bajo nivel de azúcar en la sangre que pueden ser peligrosos al volante. La DGT recomienda que las personas con diabetes controlen su nivel de azúcar antes de conducir y lleven siempre consigo alimentos o bebidas azucaradas para evitar riesgos.

Problemas psiquiátricos:  Trastornos como la depresión o la ansiedad pueden afectar la concentración y la toma de decisiones. La DGT sugiere que las personas con estos problemas consulten a su médico antes de conducir para asegurarse de que están en condiciones óptimas para manejar un vehículo.

Consumo de medicamentos y conducción

Algunos medicamentos pueden causar somnolencia o afectar la coordinación. La DGT recomienda leer siempre el prospecto y consultar al médico para saber si es seguro conducir bajo su efecto. Es crucial estar informado sobre los posibles efectos secundarios que pueden comprometer la seguridad vial.

Si padeces alguna de estas dolencias, es fundamental que consultes a tu médico y sigas las recomendaciones de la DGT. La seguridad en la carretera es responsabilidad de todos, y es esencial que solo conduzcan aquellas personas que estén en condiciones óptimas para hacerlo. Recuerda que la DGT está comprometida con la seguridad vial y que estas medidas buscan proteger tanto a los conductores como a los peatones. Si tienes alguna duda sobre tu capacidad para conducir, no dudes en consultar a un profesional de la salud.