En el Barça no suenan las alarmas de forma oficial, pero en los despachos la preocupación es evidente. Marc-André ter Stegen sigue sin entrenar con el grupo y el hermetismo sobre su estado físico ha empezado a levantar sospechas. No es una molestia cualquiera.
Durante la última semana no se le ha visto participar en ninguna sesión completa. Tampoco está previsto que viaje a la gira asiática. Y lo más inquietante: ni club ni jugador han dado una explicación pública convincente.
Gerard Romero ha puesto el foco esta mañana en el programa de TV3 'Tot es mou', que presenta Helena Garcia Melero. Según sus fuentes, el problema está en la espalda del portero alemán. Y no es nuevo.
Ter Stegen no saldrá… pero no por decisión técnica
A diferencia de lo que se había especulado en semanas anteriores, el Barça no busca una venta de Ter Stegen. No porque sea intransferible, sino porque, tal como ha contado Romero, el portero no está en condiciones de irse. Físicamente, no está bien.
La espalda vuelve a dar guerra. Ya fue intervenido el año pasado y su recuperación fue larga y delicada. Ahora, tras una sobrecarga sufrida al final del curso pasado, el portero vuelve a tener molestias que le impiden rendir al 100%.
En silencio, tanto el jugador como el club han optado por la discreción. Pero las señales son claras: no se ha entrenado en toda la semana y su ausencia en la gira es definitiva.
Flick no lo ve claro
Hansi Flick ya conoce el alcance del problema. Y no le gusta lo que ve. No solo por el estado físico del portero, sino por las limitaciones que impone el fair play financiero de LaLiga.
En condiciones normales, si Ter Stegen se marchara, su ficha de 12 millones brutos liberaría suficiente espacio salarial.
La llegada de un portero como Joan García con una ficha mucho menor (unos 3 millones), permitiría al club equilibrar cuentas y afrontar nuevos fichajes.
Pero hoy por hoy, Joan García no puede ser inscrito. No hay margen. Y si Ter Stegen no se marcha, no se genera el hueco que necesita el club.
Joan Laporta, atado de pies y manos
Laporta no quiere forzar la situación, pero empieza a entender que la planificación deportiva del Barça puede verse condicionada. Ter Stegen tiene contrato, cobra como uno de los capitanes y no tiene ofertas.
La situación médica es el gran obstáculo. Sin claridad sobre su estado físico, ningún club serio apostará por su fichaje. Y en el Barça ya se empieza a asumir que tendrán que contar con él, al menos hasta el mercado invernal.
Una salida pactada permitiría inscribir a Joan García y resolver el encaje económico de forma limpia. Pero la espalda de Ter Stegen complica todo. Y Flick no esconde su preocupación.