El Barcelona lleva tiempo siguiendo de cerca a un jugador del Atlético de Madrid. No es casualidad. El club catalán busca un delantero que pueda tomar el relevo de Lewandowski y Julián Álvarez encaja a la perfección.
El argentino ha brillado en cada partido. Su estilo, velocidad y definición recuerdan al goleador polaco, aunque con un perfil más joven y dinámico. Por eso, en Can Barça sueñan con verlo vistiendo la camiseta azulgrana.
Declaraciones que generan revuelo
Recientemente, Fernando Hidalgo, representante de Álvarez, habló sobre la situación, sus palabras dejaron entrever un guiño al Barcelona. “Le llegaron muchas llamadas, pero Julián tiene admiración por los clubes españoles. Y, al seguir la carrera de Leo desde chico, el Barça siempre ha sido especial para él”, explicó Hidalgo.

El mensaje no pasó desapercibido. En Canillejas, sede del Atlético, se respiró cierta inquietud. Sin embargo, la respuesta del club fue clara: el delantero no se moverá, salvo que alguien pague su cláusula.
Atlético mantiene la calma
La posición rojiblanca es firme, ni el Barça ni el Arsenal, que también mostró interés, encontrarán margen de negociación. El traspaso de Julián Álvarez está tasado en 500 millones de euros. Una cifra astronómica que, según el Atlético, asegura la continuidad del jugador hasta 2030.
Carlos Bucero, director deportivo, confía en que Álvarez siga siendo parte del proyecto. La renovación firmada el curso pasado mantiene todas las condiciones vigentes. No hay prisas, no hay temores: el Atlético protege a su estrella.
Julián, centrado en su presente
Mientras tanto, Julián Álvarez mantiene la concentración. Con Argentina, volvió a marcar y liderar a la Albiceleste en la victoria frente a Chile. Su mente está en la selección y en el Mundial de Clubes con el Atlético.
El futuro del delantero está en manos de sus agentes. A día de hoy, no hay decisión tomada, y él se mantiene sereno. Quiere jugar, y si pudiera elegir, el Barça sería su destino ideal, pero por ahora, el presente manda.
Una cláusula que lo protege
La “Araña”, como llaman algunos a Julián, tiene un precio prohibitivo. Los 500 millones de euros son un muro para cualquier club. No solo protege al Atlético, sino que deja claro que no hay negociaciones al margen.
Para el Barça, es un sueño complicado, casi inalcanzable. Pero mientras los despachos no muevan ficha, el jugador argentino seguirá siendo uno de los nombres más codiciados del mercado.