En el FC Barcelona las operaciones de mercado no se detienen. Tras semanas de movimientos de entrada y salida, en las oficinas del Camp Nou se da por hecho un nuevo traspaso que aliviará las cuentas de la entidad.
La dirección deportiva trabaja con la misma idea que ha marcado el verano: reforzar al equipo de Hansi Flick sin descuidar el equilibrio financiero.
El club azulgrana suma ya más de 33 millones de euros en ventas confirmadas, y en las próximas horas cerrará una operación que permitirá alcanzar una cifra todavía más importante.
El protagonista es un canterano con ADN culé que se había ganado la confianza de muchos aficionados, pero que no termina de tener hueco en la pizarra del entrenador alemán.

Flick ha sido claro con Casadó
Marc Casadó no quería moverse del Barça. Capitán en el filial y siempre identificado con los colores, su sueño era consolidarse en el primer equipo. Sin embargo, la realidad es que Flick no le contempla como pieza prioritaria en el mediocampo.
En la posición de pivote, el alemán ha dejado claro que sus preferencias pasan por Frenkie de Jong y, más adelante, por Marc Bernal una vez se recupere de su lesión.
En este escenario, Casadó se ha encontrado relegado y sin opciones reales de sumar minutos. El mensaje ha sido tan directo que el futbolista ha terminado por asumir que su salida es la única vía posible.
El Barça ingresa y respira
La venta de Casadó supondrá una inyección de 30 millones de euros para la tesorería blaugrana. Una cantidad que se suma a los 33,3 millones obtenidos en traspasos anteriores y que alivia la presión del fair play financiero.
El Barça únicamente ha invertido 32 millones en fichajes, con la llegada del portero Joan García y los 2 millones que ha costado Bardghy. El balance neto, por tanto, es positivo.
Esa diferencia, además, permitirá inscribir sin apuros a las nuevas incorporaciones y dar margen para alguna operación de última hora si aparece una oportunidad interesante en el mercado. De momento, tanto Garcia como Rashford ya están inscritos.
Wolves y West Ham, muy atentos
Según la información de Matteo Moretto, Wolves y West Ham siguen de cerca al futbolista y estarían dispuestos a poner sobre la mesa los 30 millones que pide el Barça. Desde Inglaterra ven en Casadó un mediocentro de futuro, con margen de crecimiento y experiencia competitiva en Europa.
Mientras tanto, el jugador se muestra dividido. Su primera intención es continuar en el Camp Nou y luchar por un puesto, pero el escenario deportivo le empuja a dar un paso que nunca quiso dar.
En el club, en cambio, ven en la operación una forma de equilibrar cuentas y cumplir con la normativa sin necesidad de sacrificar a otras piezas más consolidadas.
Operación estratégica para Laporta
Laporta y Deco entienden que la salida de Casadó, aunque dolorosa en lo sentimental, es un movimiento lógico desde el punto de vista económico. El canterano representa un activo que permitirá al club generar beneficio inmediato sin afectar al once titular de Flick.
En un verano donde el Barça necesitaba cuadrar el presupuesto, cada operación cuenta. Y con esta, los culés se aseguran 30 millones que dan aire y refuerzan la idea de que la cantera sigue siendo también un recurso de supervivencia financiera.
Lo que ha ingresado el Barça en ventas este verano
600.000€ por Ilaix Moriba
500.000€ por Álex Collado
6M€ por Álex Valle
8,5M€ por Jean-Clair Todibo (porcentaje de futura venta)
200.000€ por Ferran Jutglà
1,5M€ por Ludovit Reis
1,2M€ por Sergi Domínguez
1M€ por Noah Darvich
5M€ por Pablo Torre
400.000€ por Eman Kospo
8,4M€ por Pau Víctor
TOTAL: 33,3 MILLONES