La aplastante victoria del Real Madrid sobre el FC Barcelona en la semifinal de la Liga ACB de baloncesto, resuelta por los blancos con un inapelable 3-0, deja al descubierto los errores de gestión del club azulgrana con esta sección, que puede arrastrar a Ricky Rubio a la retirada prematura.
El fracaso arrastra a Ricky Rubio
Juan Carlos Navarro, mánager general de la sección, admitió el fracaso una vez consumada la temporada en blanco del baloncesto blaugrana, que puede llevarse por delante a Ricky Rubio, que se incorporó a media temporada con la esperanza de liderar al equipo y se ha visto contagiado por la mediocridad general.
El Barça no ha llegado a la Final Four de la Euroliga ni tampoco a la final de la Liga ACB. Tampoco debe sorprender. El club decidió liquidar a un entrenador de prestigio contrastado y culer, Sarunas Jasikevicius, para colocar en su lugar a un novato como Roger Grimau.
Se fue Mirotic y el Barça se quedó sin líder
Decidió también prescindir de Mirotic, a quien se le están pagando los dos años de contrato que le restaban aunque juegue para el Milán, y se gastó el dinero de su ficha en la contratación de jugadores que no son titulares (Willy Hernangómez, Parra y Brizuela). La salida de Mirotic dejó al equipo sin su líder natural y nadie ha sido capaz de tirar del carro.
Ahora llega el momento de los lamentos, pero Navarro está ahí para anticiparse a los acontecimientos y trabajar en la formación de la plantilla más competitiva, no para llorar una vez se van consumando los fracasos uno detrás de otro.
"Algunos no han estado al nivel esperado"
La primera reacción del mánager general fue cargar contra los jugadores: "algunos no han estado al nivel esperado", dijo intentando salvar al entrenador, una apuesta personal suya. Luego se incluyó en el capítulo de responsabilidades, pero como si la suya fuera una más. Y él es el responsable absoluto de la sección. Los aficionados necesitan explicaciones más convincentes. El problema es que no las hay.
Navarro es el responsable de la sección porque firmó con Bartomeu un contrato de diez años y en el club no sabían qué hacer con él. No servía como delegado, no servía como entrenador de la cantera, no servía más que para ser el jefe, aunque, eso sí, sin ninguna preparación.
El directivo responsable, Josep Cubells, admitió un día que Laporta le eligió a él para llevar el baloncesto porque era el más alto de la junta directiva. Así funcionan las cosas en un Barça en el que su presidente apenas se ha dejado ver por el Palau, lo que ya indica el interés que tiene por este deporte.
¿Transición? Por menos echó Laporta a Koeman y Xavi
Navarro ha dicho: “Era una temporada de transición, con muchos cambios, pero aun así no hemos estado a la altura. Hay que hacer cambios porque no hemos llegado a los objetivos. Era una apuesta, un cambio radical, y no ha salido bien. Ahora hay que pensar en el futuro”. Curioso que hable de transiciones cuando Laporta no acepta esta palabra en su vocabulario. Por mucho menos echó a Koeman y Xavi: "Esto es lo que hay".
Es cierto que la sección ha sufrido un importante recorte económico, pero el dinero destinado al baloncesto daba para mucho más haciendo las cosas con cabeza.
“No todo ha sido el entrenador -ha dicho Navarro-. Algunos jugadores no han estado a la altura. Nadie ha estado a la altura. Nosotros tampoco. Hemos cometido errores. No te puedo responder si Grimau seguirá o no, pero cambios habrá”. Ya hubo cambios, y muchos, la temporada pasada, y así le ha ido al Barça.
El fracaso del Barça arrastra a Ricky Rubio
Uno de los cambios que flotan en el ambiente es el adiós de Ricky Rubio, que no ha sido el revulsivo esperado e incluso se está planteando su retirada. Llegó para liderar al equipo y apenas ha brillado en pequeñas ráfagas sin continuidad. No ha sido el base que necesitaba el Barcelona. Él lo sabe y se plantea su adiós al baloncesto, no se arrastrará por dinero como hicieron otros que tiene muy cerca.
Ricky Rubio mostró su decepción tras el mazazo del 0-3 ante el Real Madrid: “Estos meses me he sentido raro, he querido cambiar algunas cosas. Entrar en mitad de temporada no es fácil, mi forma de ser, más callado y no sentirme al 100%. Creo que no he sido todo lo que esperaba, pero tampoco iba con ninguna expectativa, pero queda claro que el balance no es bueno”.
Su balance es de 15 partidos de ACB promediando 6 puntos, 4,1 asistencias, 1,1 robos y 9 de valoración. No era este el Ricky que fue a buscar el Barça, aunque tampoco se lo han puesto fácil integrándole en un equipo desestructurado.
Jabari Parker, la única excepción
Ricky Rubio acaba contrato el 30 de junio y ha dejado en el aire su futuro, no quiere más fracasos como el de la actual temporada: “No tengo ni idea. No quiero decidirlo en caliente, estaré unas semanas con la cabeza fría para poder valorar todo. No ha sido fácil, y ahora en caliente es difícil decidir”. Ricky esperaba incorporarse a un Barça ganador y se ha visto arrastrado por la mentalidad perdedora del equipo, que nace en la presidencia, continúa por su equipo gestor, sigue con su entrenador y acaba en el nivel de los jugadores.
Solo Jabari Parker, el americano fichado para suplir a Mirotic, se ha salvado de la quema. Su clase es extraordinaria, pero no es un líder para tirar del carro como Mirotic. Es el jugador ideal para ser la guinda del pastel, pero Grimau nunca supo cocinar el pastel para adornarlo con la guinda. Tampoco el Barça era el equipo que mejor rendimiento podía sacarle.