Hoy llega a Barcelona Hansi Flick para firmar el contrato que le ligará al FC Barcelona por dos temporadas. Pero antes hay que resolver el contrato de Xavi. Esto es lo que pide.
Flick llegará con Toni Tapalovic como entrenador de porteros y Marcus Song como asistente. Un staff técnico de mucho nivel, pensará Laporta, porque sus apellidos son extranjeros. Nada que ver con el de Xavi, que no gustaba en la cúpula dirigente del club por entender que era de andar por casa.
Xavi no perdona el dinero de su staff
Xavi cumplirá su palabra. No pedirá nada por el año que le restaba de contrato. "Ese dinero tiene que ser para el nuevo entrenador", ha dicho recientemente. Pero sí reclamará para su staff la totalidad del contrato. Ese será el punto de conflicto para un Barça que no está en condiciones de afrontar nuevos pagos encareciendo la masa salarial con personal que ya no trabajará en el club.
El técnico de Terrassa será inflexible. Hasta el último euro para su gente. Lo suyo lo perdona todo.
Fernando Solanas, su agente, y su abogado, se encargarán de negociar el asunto. Xavi no va a reunirse más con Joan Laporta ni su staff de confianza formado por Alejandro Echevarría, Rafa Yuste, Deco y Enric Masip.
Si Johan Cruyff levantara la cabeza...
El cese de Xavi, que llega después de los despidos de Leo Messi y Koeman, descubre la valoración que el presidente hace de las leyendas del club. Mientras la oposición rumía una moción de censura, el FC Barcelona entra en una nueva etapa a nivel institucional que recuerda al divorcio que se vivió casi 30 años con el despido de Johan Cruyff.
Entonces el Barça se escindió socialmente repartiendo a sus aficionados entre nuñistas y cruyffistas. Es lo mismo que puede ocurrir ahora si Flick no es capaz de revertir la actual dinámica del equipo, algo que parece complicado teniendo en cuenta las dificultades económicas por las que atraviesa el club.
La afición está con Xavi
De momento Laporta se ha quedado sin paraguas sabiendo que la afición está con Xavi, cuyo fantasma puede revolverse contra él si los resultados no son los esperados con Flick.
Joan Laporta, que se declara cruyffista convencido, sabe que si Johan Cruyff levantara la cabeza le daría un patatús viendo cómo su amigo Laporta trata a sus entrenadores y a las leyendas del club.