En el FC Barcelona existe preocupación por la salud física de Lamine Yamal.
Estamos en una Liga en la que los árbitros están más pendientes de castigar las protestas que la violencia. Y en el Barça, que ya ha padecido 9 lesiones en dos meses de competición, están preocupados.
Lo que se vio en Villarreal, lo que se vio ayer ante el Getafe, y en el resto de partidos, ha disparado las alarmas.
Lamine Yamal lo está jugando todo hasta ahora, y va a parar. Hansi Flick no desea perder por nada del mundo a su buque insignia.
Y lo más probable es que no juegue este sábado en Pamplona ante Osasuna, al menos de salida.
Se prevé un partido duro ante un rival que tradicionalmente ha intentado frenar al Barça a base de poderío físico.
Y Flick se plantea dar descanso a Lamine Yamal. No porque su cuerpo lo pida, sino porque los árbitros no hacen nada para evitar la violencia.
La competición se ha convertido en un pimpampum contra Lamine Yamal con el visto bueno de los árbitros.
Vinícius como ejemplo para Lamine Yamal
En este sentido, Hansi Flick ha aleccionado a Lamine Yamal. Y le ha puesto, ante su sorpresa, a Vinícius como ejemplo.
El técnico alemán no desea que reaccione como Vinicius ante las tarascadas que recibe. Ni que se pelee con los rivales, el árbitro o las aficiones.
No es ese el modelo más adecuado a seguir por un joven de 17 años, con unos valores añadidos aprendidos durante su estancia en La Masía.
Solo le ha pedido que se rebele y se haga valer. Lamine Yamal suele aceptar con resignación las agresiones que recibe. Y Flick le pide que se haga respetar por los árbitros, que le ven como a un niño.
Lamine Yamal se ha convertido en la estrella de LaLiga y las defensas ya salen aleccionadas para frenarle como sea.
Y lo peor es que la alineación de Flick pueda estar condicionada al grado de dureza que se le presupone al rival.
MIentras tanto, Javier Tebas presume de que LaLiga es seria.