La temporada post Mirotic y Jasikevius en el Barça de baloncesto no ha podido ser más catastrófica. Se anuncia desbandada general, muchos fichajes y nuevo proyecto. El último en sumarse a la fuga es Ricky Rubio.
Llegó como un regalo de Navidad como refuerzo del mercado de invierno, pero Ricky Rubio no consiguió rememorar actuaciones pasadas en el Barça, como las que protagonizó hace trece años, antes de dar el salto a la NBA.
Sin Jasikevicius, sin Mirotic y sin referentes
Ricky, que llevaba un año inactivo, volvió al Barça para reencontrarse a sí mismo después de tiempos muy difíciles vividos en la NBA. Pero la presión de un club que va a la deriva no le ha ayudado a asentarse y a recuperar su antiguo nivel de juego.
Las salidas de Jasikevicius y Mirotic dejaron al Barça huérfano de referentes y exigieron a Ricky Rubio tirar del carro cuando no estaba preparado para ello. Llegó para ser uno más y se le exigió que condujera al equipo a los títulos.
Y el Barça perdió a su líder natural, Nikola Mirotic, que fue despedido e indemnizado con los dos años que le restaban de contrato para acabar jugando en Milan.
La cuestión es que Ricky ha sido víctima del descontrol que reina en la sección de baloncesto del FC Barcelona, que un día ficha a Hezonja y al día siguiente renueva por el Real Madrid.
Tres refuerzos... para el banquillo
Ahora se anuncia el fichaje de Kevin Punter abriendo la puerta de salida de Laprovittola, uno de los pocos puntales que aún conserva el equipo. El verano pasado llegaron como refuerzos, y de los caros, Parra, Brizuela y Hernangómez y ninguno de ellos ha sido titular. Solo el americano Jabari Parker ha estado a la altura de las expectativas.
Y Ricky Rubio, que ha pedido un tiempo de reflexión, no se encuentra cómodo en un equipo agobiado por la presión de títulos recientes que no están al alcance de la actual plantilla, muy debilitada respecto a años anteriores.
Por eso se plantea ahora rescindir el contrato que le liga al Barça para firmar por la Penya y volver así a sus orígenes, al equipo con el que debutó en la ACB con solo 14 años. En Badalona Ricky podrá vivir tranquilo sin la exigencia que supone jugar en un Barça con defectos de forma desde los mismos despachos.
La Penya espera a Ricky
El Barça vuelve a cambiar de entrenador un año después de proporcionarle las riendas a Roger Grimau, lo que ofrece una idea clara del desconcierto que se vive en los despachos, en donde se han gastado un dineral para reforzar la plantilla para conseguir una temporada en blanco.
L´Esportiu anuncia hoy que la Penya es el equipo que cuenta con mayores posibilidades de acoger a Ricky Rubio la temporada que viene después de su salida hace quince años. No hay nada firmado, pero ahora mismo es la opción que cuenta con más posibilidades para que Ricky apure sus últimos años como jugador en activo.
A día de hoy Ricky parece haber descartado otras dos opciones abiertas: jugar en el Girona de los Gasol o retirarse. Un fin de fiesta en el Joventut, sin exigencias, parece que será finalmente su elección.