El mercado sigue al rojo vivo y el Barça está a punto de cerrar un movimiento inesperado. En el club lo dan casi por cerrado: Marc Casadó al Atlético en un trueque que puede mover fichas clave en ambos equipos.
La operación, sin cifras astronómicas, apunta a ser uno de los movimientos más inteligentes del verano. Nada de traspasos millonarios, sino un trueque estratégico que beneficia a las dos partes.
Casadó, el elegido para salir
Marc Casadó, pivote del Barça, es el nombre que aparece en el centro del acuerdo. Tiene solo 20 años, pero ya ha demostrado carácter, rigor táctico y una madurez impropia de su edad.

Hansi Flick lo valora mucho, pero entiende que necesita minutos, en el primer equipo, con tanta competencia, eso es complicado. En cambio, en el Atlético de Madrid, su perfil encaja como anillo al dedo. Simeone lo ve como un mediocentro con alma de guerrero, justo lo que busca para apuntalar su medio campo.
Nahuel Molina, rumbo a Barcelona
A cambio, el Atlético ofrece un nombre de peso: Nahuel Molina. Lateral derecho, campeón del mundo con Argentina, y con experiencia tanto en LaLiga como en torneos internacionales.
El Barça lleva tiempo buscando un especialista para ese puesto. Koundé ha cumplido, pero Flick quiere un perfil más ofensivo y profundo. Molina cumple con todas esas exigencias, tiene velocidad, recorrido y una mentalidad competitiva, sería un refuerzo inmediato para una posición muy necesitada.

Una apuesta de futuro que ilusiona
Pero el acuerdo no se quedaría ahí. El trueque incluye un segundo jugador del Atlético, todavía no revelado públicamente. Se trata de un joven con gran proyección, que desde el entorno del Barça definen como “una oportunidad que no se puede dejar escapar”.
La idea sería integrarlo poco a poco. Puede empezar en el filial, pero con vista al primer equipo si su evolución es positiva. No hay prisa, pero sí muchas expectativas.
Una jugada maestra sin gastar una fortuna
Deco y Andrea Berta, los responsables deportivos de ambos clubes, han estado trabajando en silencio. Ambos saben que las restricciones del fair play financiero impiden grandes operaciones. Por eso, este tipo de intercambios son más valiosos que nunca.
Cubrir necesidades sin romper el equilibrio económico es el nuevo reto. Y en este caso, parece que todos salen ganando.
Movimiento inminente
Según apunta Carpetas FCB, las conversaciones están muy avanzadas. Solo faltan algunos flecos para que el acuerdo se haga oficial, pero en Barcelona ya lo dan por hecho. El intercambio entre Casadó y Molina, más un talento joven, marca un antes y un después en la planificación deportiva del Barça.
Una operación poco habitual entre rivales directos, sí. Pero también una jugada inteligente que podría definir el rumbo de la temporada.