Vinícius Júnior ya ha cumplido 25 años, pero el crack brasileño no ha escatimado en convertir su cumpleaños en un evento sin precedentes. Después de que Lamine Yamal fuera criticado por su celebración a los 18, Vini ha decidido elevar el nivel de forma exponencial.
Según informa Mundo Deportivo, el astro blanco organizará durante dos días una fiesta en Río de Janeiro. El lugar elegido es el estadio Lajedo, en Vargem Pequena.
Todo suena como una producción con medios profesionales, altos estándares de seguridad y grandes sorpresas para los invitados.

Localización y medidas de seguridad
El evento no será discreto. El recinto exige dejar los móviles en la entrada para garantizar privacidad. Además, contará con seis escenarios, música trap y funk en vivo, y camerinos decorados por Beija‑Flor, la famosa escuela de samba.
La organización estará a cargo de más de 200 profesionales. Se espera un despliegue que perfectamente encaja en una mezcla entre festival y gala privada.
Comparaciones inevitables
Todos recuerdan la fiesta de Lamine, señalada por algunos como excesiva. Pero la de Vinícius irá mucho más allá. No busca compararse solo con Neymar, su gran referente, sino marcar un estilo propio.
Durante tres días se habló del catalán de 18 años; ahora el de 25 pretende eclipsar cualquier antecedente.
En su entorno señalan que Vini quiere demostrar quién lleva años marcando tendencia mediática. Su renovación estancada y las interacciones con el club se cruzan con esta explosión mediática.

Además, Vinícius no está viviendo su mejor momento en el plano deportivo. Desbancado del liderato como futbolista más valioso del mundo, Xabi Alonso se plantea su suplencia al no encontrarle encaje en su equipo.
Y su salida del club está en boca de todos. De hecho, Florentino ya no le considera intocable y está dispuesto a escuchar ofertas.
Tensión añadida en Madrid
Más allá del show, hay rechazo en Valdebebas. Xabi Alonso observa de cerca. Para el técnico, Vinícius sigue siendo una promesa de talento global, pero pide más coherencia, disciplina y compromiso.
Celebraciones así, en este momento, complican aún más una renovación que sigue bloqueada por diferencias económicas.
Florentino Pérez y el entorno del club respirarán tranquilos... siempre que la bomba mediática no trastoque la calma interna.