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La BMV, el nuevo tridente del Real Madrid, empieza con buen rollo

¿Quién dijo que habría mal rollo? La BMV funciona a las mil maravillas

El Real Madrid entra en otra dimensión con un nuevo tridente que amenaza con ganarlo todo.

La BBC (Benzema, Bale, Cristiano) ya es historia. El Real Madrid ha entrado en otra dimensión, la que marca la BMV (Bellingham, Mbappé y Vinicius).

Muchos auguraron problemas de celos entre ellos y pronosticaron un sinfín de tribulaciones para Carlo Ancelotti en  la gestión de sus egos.

Tres estrellas comprometidas con el Real Madrid

Pero que los tres, Bellingham, Mbappé y Vinicius, serán estrellas no quiere decir que sean tontos. Los tres saben que se necesitan para brillar, crecer y conseguir títulos.

Cuando los futbolistas hablan el mismo idioma es fácil que se entiendan. Y estos tres se entienden muy bien. 

Y lo podremos ver esta noche cuando Carlo Ancelotti les coloque juntos en el equipo blanco durante la final de la Supercopa ante el Atalanta.

Di Stéfano, Puskas y Gento, los precursores

La cosa empezó con Di Stéfano, Puskas y Gento, con cinco Copas de Europa consecutivas en su poder. Siguió con Zidane, Figo y Raúl, con dos Ligas, una Copa Intercontinental y 1 Champions League.

Luego llegó la  BBC, con Benzema, Bale y Cristiano Ronaldo: 13 títulos con 4 Champions League en apenas cinco años.

Y ahora va de BMV. Vinicius y Bellingham ya saben lo que es llegar a lo más alto en España y en Europa. Mbappé no. Su hambre contagiará a los demás de cara a la Decimosexta.

Existía expectación por conocer cómo caería Mbappé en ese vestuario. Es el jugador con más peso, el que más cobra y el que podría generar conflicto en los demás.

Mbappé ha sorprendido a todos: ¿Dónde está la vedette?

Sin embargo, tanto Vinicius como Bellingham entienden que la llegada de Mbappé permite mejorar el nivel del equipo y no solo ha sido bienvenido, sino que le han recibido con los brazos abiertos,

En apenas cinco entrenamientos se ha convertido en uno más y se los ha ganado a todos. Su sencillez ha sorprendido a todos y también sus ganas de triunfo.

En el PSG no rascó ni la Champions League ni el Balón de Oro, dos objetivos que ahora, con la camiseta blanca, sí tiene a su alcance.