El Real Madrid vive días intensos en sus despachos. Cuando todo parecía encarrilado para renovar a Vinícius Júnior, dos factores inesperados amenazan con romper el acuerdo. Y aunque el brasileño ha reiterado su deseo de quedarse, el escenario ha cambiado y no para mejor.
Un desacuerdo millonario
Vinícius quiere ganar como una estrella mundial. Lo es. Pero el club no está dispuesto a romper su estructura salarial por él.
Actualmente, el extremo percibe 17 millones de euros netos al año. Pero sus agentes ya han puesto una nueva cifra sobre la mesa: 30 millones, incluyendo bonus por firmar la renovación. Un aumento notable, casi el doble de lo que gana hoy.
Desde el club, la respuesta ha sido clara: no más de 20 millones. Las posturas siguen alejadas y, aunque hay voluntad por ambas partes, nadie da el brazo a torcer. El Madrid entiende que Vini es clave, pero también considera que no puede sentar un precedente que afecte futuras renovaciones.
Este tira y afloja ha encendido las alarmas. Lo que antes parecía una formalidad, ahora es un tema abierto, sensible y con riesgo.
Arabia Saudí entra al juego
Y en este momento de tensión, aparece un nuevo actor: la Saudi Pro League. No hay una oferta formal, pero sí contactos.
Según Marca, representantes de la liga saudí se han reunido al menos dos veces con los agentes de Vinícius. Buscan una operación estratégica: fichar a un jugador joven, en la élite y con proyección mundial.
El interés es real, aunque no exista aún una propuesta concreta. Lo preocupante es que desde el entorno del jugador se muestran receptivos a escuchar. ¿Por qué? Porque eso también presiona al Madrid para subir su oferta.
Un bajón que no pasa desapercibido
El tercer factor que complica todo no tiene que ver con dinero ni ofertas externas, sino con fútbol. Vinícius no está en su mejor momento. Desde la decepción del Balón de Oro, su rendimiento ha bajado.
Dentro del club hay cierta preocupación. Algunos no ven con malos ojos aceptar una oferta potente si la situación se enquista. Consideran que el brasileño ha cruzado varias líneas dentro y fuera del campo, con protestas constantes y comportamientos que no ayudan al grupo.
Todo puede cambiar, pero algo se ha roto
Vinícius sigue siendo una pieza clave del proyecto blanco. Eso nadie lo discute, pero su renovación ya no es una simple cuestión de tiempo. Hay grietas y cuando eso ocurre, todo puede pasar.
El club aún confía en llegar a un acuerdo. El jugador, en el fondo, también. Pero con Arabia Saudí al acecho, un bajón deportivo evidente y una diferencia salarial difícil de resolver, el futuro de Vinícius está más en el aire que nunca.