El Real Madrid logró una victoria clave ante el Alavés (0-1) que le permite seguir firme en la lucha por LaLiga. El solitario gol de Camavinga bastó para sellar los tres puntos. Pero el resultado pasó a un segundo plano.
Porque el protagonista no fue Camavinga, ni Ancelotti, ni el VAR, fue Kylian Mbappé.
La acción que lo cambió todo
Corría el minuto 38. El Madrid dominaba, aunque sin demasiado brillo y entonces, Mbappé cometió una entrada muy dura sobre Antonio Blanco. A la altura de la tibia, con los tacos por delante.
Soto Grado, árbitro del encuentro, le mostró amarilla en un primer momento. Pero el VAR le avisó. Tras revisar la jugada en la pantalla, cambió su decisión: roja directa para Mbappé.
El silencio se apoderó del estadio. Incluso los más acérrimos defensores del francés se quedaron sin palabras.
La crítica más dura: Paco González no se mordió la lengua
Después del partido, las tertulias futboleras se encendieron, pero una voz sobresalió del resto. La de Paco González. El veterano periodista de la Cadena Cope fue contundente en su análisis.
“No es solo la altura de los tacos”, explicó. “Hay algo que le delata, lo hace aposta, encoge la rodilla para golpear más fuerte. Ñaca, ñaca”.
Con ese sonido tan gráfico y esa expresión tan directa, Paco dejó claro que, en su opinión, hubo intencionalidad. Y eso, viniendo de Mbappé, uno de los jugadores más idolatrados del planeta, fue un auténtico bombazo.
¿Se le fue la cabeza a Mbappé?
La pregunta que todos se hacen ahora es si Mbappé perdió los papeles. Algunos creen que fue fruto del momento. Una acción fuera de lugar en un partido complicado, otros, como González, ven algo más oscuro: una acción premeditada.
Y lo cierto es que el gesto técnico al encoger la pierna antes del impacto da que pensar. No es una entrada torpe, es dura y medida.
Consecuencias en el horizonte
La expulsión implica, como mínimo, dos partidos de sanción. Pero si el Comité de Competición considera que hubo intencionalidad, Mbappé podría enfrentarse a una suspensión mayor.
En el peor de los casos, podría perderse varias jornadas justo en el tramo más decisivo de la temporada. Y eso sería un golpe duro para el Madrid y para el propio Mbappé, que no vive su momento más brillante desde que aterrizó en la capital.