Cuando Xabi Alonso tomó las riendas del Real Madrid, muchos pensaron que un mediocentro era imprescindible. Martin Zubimendi se perfilaba como una opción interesante, su perfil encajaba con el estilo que el excentrocampista buscaba implantar en el equipo. Sin embargo, Florentino Pérez dejó claro un punto: no habría presupuesto extra para fichar a un mediocentro.
El mensaje fue directo, Xabi debía sacar el máximo rendimiento de la plantilla que tenía a disposición. Esto no significa que la situación sea definitiva. Si Dani Ceballos sale, el panorama podría cambiar y abrir nuevas opciones en el mercado, por ahora, Alonso tiene que trabajar con lo que hay.
Tchouaméni, la sorpresa del centro del campo
En los primeros días de Xabi como entrenador, hubo dudas sobre algunos jugadores. Uno de ellos era Aurélien Tchouaméni. No estaba claro si podría liderar el centro del campo y dar consistencia al equipo, pero el mediocentro francés ha ido ganando protagonismo.
El último partido contra el Oviedo fue decisivo, Tchouaméni mostró una versión sólida, completa y confiable. Recuperaciones, pases precisos y una gran visión del juego. Xabi Alonso se dio cuenta de que podía confiar plenamente en él.
Lo que en un principio parecía incertidumbre, se ha transformado en certeza, Tchouaméni se ha ganado un lugar indiscutible en el once.
Eduardo Camavinga, el talento que desborda
Mientras Tchouaméni consolidaba su papel, otro jugador también ha llamado la atención de Xabi: Eduardo Camavinga. Su capacidad de adaptación y su calidad técnica han dejado al míster sorprendido. Camavinga ha pasado de ser un recurso a un jugador clave en el esquema de Alonso.
Su capacidad para romper líneas, conectar con los atacantes y mantener el equilibrio defensivo es notable. Cada intervención del francés deja claro que tiene un talento que pocos jugadores de su edad pueden igualar. Xabi Alonso parece haber encontrado en Camavinga un comodín perfecto para diferentes situaciones de partido.
Conformarse o reinventarse: la estrategia de Xabi
La situación de Xabi Alonso en el Real Madrid es clara: aprovechar al máximo lo que tiene. Florentino le ha transmitido toda su confianza, y el entrenador sabe que eso implica reinventarse y descubrir nuevos líderes dentro del equipo.
Tchouaméni y Camavinga son dos ejemplos de cómo un jugador puede pasar de la duda a ser indiscutible. Xabi ha sabido motivarlos, ponerlos en posiciones estratégicas y sacar lo mejor de cada uno. La combinación de experiencia y juventud parece dar sus frutos en el centro del campo del Madrid.