Naufragio absoluto del Real Madrid en el Fly Emirates. El acceso a las semifinales de la Champions League exigirán una nueva dosis de épica. El 3-0 logrado por el Arsenal complica, y mucho, la existencia al equipo blanco.
Ancelotti sorprendió colocando de nuevo a Valverde en el lateral derecho, a Alaba en el izquierdo y dando entrada en el centro del campo a Camavinga junto a Modric y Bellingham.
Y sus jugadores no le hicieron caso. Pidió antes del partido mucha atención en defensa, pero no le hicieron caso. Tampoco se vio en el Real Madrid la intensidad que requería el partido.
Vinícius y Rodrygo, desaparecidos en combate
Delante, alguna cosa de Mbappé en la primera mitad. Y poco más, Vinícius y Rodrygo, desaparecidos en combate.
La primera mitad ha sido de presión agobiante del Arsenal, que dispuso de sus oportunidades para marcar, aunque el Real Madrid también tuvo las suyas.
La presión del Fly Emirates era inmensa, pero el Real Madrid no le perdió la cara al partido y respondió con dos oportunidades claras de Mbappé a los avisos del Arsenal. Siempre por la derecha, con Saka y Odegaard y con Alaba enfrente.

Hubo una mano involuntaria dentro del área en el minuto 13 que fue chequeada por el VAR sin consecuencias. El Real Madrid jugó con prudencia mientras el Arsenal asumía riesgos buscando el gol.
El Madrid jugó más junto esta vez. Y los jugadores corrieron, como pedía Ancelotti. Raya evitó los dos goles que tuvo en sus botas Mbappé, pero Courtois salvó in extremis dos remates de Rice y Martinelli en la misma jugada.
Lo mejor de la primera mitad, el resultado: 0-0. Pero todo cambiaría en la segunda. El Arsenal salió a ganar y el Real Madrid a verlo venir.
Un cuarto de hora infernal y tres goles encajados
Rice anotó el 1-0 y el 2-0 de forma idéntica, en lanzamiento de falta magistral en ambos casos, aunque en el primero la barrera puso de su parte. El segundo inapelable.
El 3-0 pudo llegar en un arreó furioso que obligó a Courtois y Alaba a salvar tres remates a bocajarro en la misma jugada.
Y el 3-0 llegó a través de Mikel Merino, muy suelto al borde del área. En un cuarto de hora infernal, el Arsenal puso en franquía la eliminatoria.
Y ahora quedamos en manos de los milagros, pero queda la mala conciencia de que algo más pudo hacer el Real Madrid en el Fly Emirates. Apenas pisó el área con el 3-0 y se echó en falta esa actitud histórica en los jugadores del Real Madrid.
Hay que apelar, una vez más, a la épica del Bernabéu.