Campeón de la Supercopa de España, LaLiga y la Champions League. Con Vinicius y Bellingham como grandes candidatos al Balón de Oro. Con Carvajal y Kroos aspirantes al top-5 del galardón dorado. Y, de repente, llega Kylian Mbappé. Si el Real Madrid ya era candidato a todo, el aterrizaje del delantero francés dispara aún más el cohete blanco. Hasta siete títulos tendrán por delante en el Paseo de la Castellana. Sobran mimbres, aunque la expectativa será la más complicada compañera de viaje.
Tanto club como cuerpo técnico, con Florentino Pérez y Ancelotti a la cabeza, son conscientes del favoritismo perenne que les acompaña en esta 2024-25. En las principales casas de apuestas online, englobados en páginas como BonusFinder España site, aparecerán en la cima. También estarán Manchester City, Bayern Múnich... Quizá un debilitado PSG o un Barcelona entre interrogantes, pero el cóctel madridista con el añadido Mbappé dibuja un horizonte blanco.
Eso sí, Carletto tendrá un problema. Bendito, pero problema al fin y al cabo. Cómo colocar las piezas de un puzle diabólico. En ataque sólo ha dicho adiós Joselu y han entrado en escena Endrick y Kylian. Amén de un Güler que será un año más 'veterano' y que llega tras una Eurocopa reivindicativa. Y un Brahim que demostró la temporada pasada que merece cada gramo de confianza. Y un Rodrygo que será la tercera asta del tridente. Porque esa es la idea del técnico italiano, volver al 4-3-3 para tratar de dar cobijo al mayor talento posible.
Vini y Rodry como escoltas de Mbappé. Regreso a la etapa de la BBC, donde Cristiano, Benzema y Bale hicieron casi inamovible un dibujo que llevó a Zidane a ganar tres Champions de manera consecutiva (2016, 2017 y 2018). Y esa es la principal obsesión del atacante de Bondy, la Orejona. En París ha engordado su palmarés a nivel nacional, con Francia lo ha hecho en el plano de las selecciones, pero aún no ha brillado en la máxima competición continental. El trampolín definitivo a ganar un Balón de Oro que lleva su nombre escrito a futuro desde que explotó en el Mónaco.
Por eso, Ancelotti optará por potenciarle y rodearle bien. En posición centrada para complementarse con Vinicius, con querencia, como Kylian, por el costado zurdo. Ya funcionó en el PSG la pasada temporada así y el pensamiento del cuerpo técnico del Madrid es seguir esa línea ya trazada por Luis Enrique. Una permuta del dibujo que retrasa a Bellingham, mediapunta y casi delantero por momentos en su curso de aterrizaje. Algo, además, necesario para reforzar una sala de máquinas que pierde a Kroos, el director de orquesta.
El resto, Valverde será inmutable y entre Camavinga y Tchouameni se disputarán el pivote. Aunque con mano izquierda y posibilidad de utilizar un 4-4-2 que potencia el centro del campo, por ende el esfuerzo defensivo, y penalizaría, a priori, a un Rodrygo que se reconvertiría en revulsivo. Sea como fuere, el Madrid va a por el septete. Con Mbappé no es una posibilidad, sino casi una obligación.