Vinícius no ha tenido su mejor día ante el FC Barcelona. Demasiado pendiente de cuestiones extradeportivas, no llegó a centrarse en el juego y no fue decisivo, como casi siempre, en la reacción del Real Madrid.
En el minuto 80 el colegiado Sánchez Martínez le enseñó tarjeta amarilla a Vinícius por una entrada con pisotón a Pedri.
Vinícius se tomó a mal la decisión arbitral y se acercó al colegiado para señalarle con el dedo índice a un palmo de la cara mientras le decía "tú siempre igual, siempre lo mismo", haciéndole ver que estaba perjudicando al Real Madrid.
El colegiado pudo haber expulsado al jugador de Real Madrid. Solo hacía falta mostrarle otra amarilla por su insolencia y menosprecio protestando su decisión.
Cinco minutos después, Iñaki Peña reclamó al árbitro desde lejos una falta sobre Íñigo Martínez y a Sánchez Martínez le faltó tiempo para enseñarle la tarjeta amarilla por protestar.
Vinícius pudo haber sido expulsado si el árbitro hubiera empleado con él el mismo criterio que con Iñaki Peña. Pero no se atrevió.
Vinícius no estaba hoy metido en el partido, de ahí que al final se enzarzara en un rifirafe con Gavi, abrazados los dos diciéndose de todo.
Lo que se dijeron Gavi y Vinícius
Gavi le recordó a Vinícius, como suele hacer él otras veces con otros rivales, que el Barça estaba ganando por 0-4. No hizo falta que se besara el escudo, simplemente se lo dijo.
Y Vinicius le abrazo y se lo llevó por delante, mientras Koundé trataba de separarles. En esos cinco pasos que dieron con Gavi andando para atrás, Vinicíus le vino a decir que mirara la tele el lunes porque ahí le vería con el Balón de Oro.
Le recordó que el Barça podía ganar un partido por 0-4, pero él se llevaba el Balón de Oro por ser el mejor durante todo el año.
Fue la nota anecdótica de un partido que apenas tuvo momentos de fricción entre los dos equipos, salvo la enganchada de Ancelotti con el segundo de Flick por celebrar uno de los goles de manera demasiado ostentosa.