Están condenados a ser enemigos irreconciliables y a buscarse mutuamente las cosquillas. Pero la relación entre Joan Laporta y Florentino Pérez ha cambiado tras su encuentro en Arabia.
Allí se sentaron las bases de una nueva dimensión en las relaciones entre el Real Madrid y el Barça. Tras la tensión de los últimos meses, los dos presidentes irán de la mano en lo importante.
Del divorcio a la luna de miel
Florentino Pérez se posicionó como parte perjudicada en el proceso abierto contra el FC Barcelona por el caso Negreira. Laporta respondió resucitando el escándalo de la falsificación de los pasaportes generado por el caso Slaughter.
El presidente blanco decidió dejar de acudir a las comidas previas a los clásicos. Ni siquiera se desplazó a Barcelona en las últimas visitas del Real Madrid. No quería sentarse en el palco junto a Joan Laporta.
Nunca habían estado tan mal las relaciones entre el Real Madrid y el FC Barcelona, que incluso llegaron a estar rotas. No existían.
Pero son más los intereses que unen al Real Madrid y al FC Barcelona frente a LaLiga, la Federación y la UEFA que las rencillas que puedan separarles. La irrupción del suculento negocio de la Superliga ha acabado por convertirles en socios y aliados.
Así se entiende el agradecimiento que hoy ha mostrado Joan Laporta al Real Madrid, sin citarlo, como parte de los clubes que han optado por no hacer sangre del caso Olmo.
"Podemos ser rivales en el campo, pero de la mano en otros asuntos"
"No desvelo las conversaciones privadas, pero puedo decir que estoy muy agradecido a los clubs que no se han posicionado en contra. Podemos ser rivales en el campo, pero de la mano en otros asuntos", ha dicho Joan Laporta refiriéndose al Real Madrid y a Florentino Pérez.
Y ha añadido: "no me ha sentado bien los que se han pronunciado en contra. Estoy agradecido a los que no lo han hecho, deben tener unos servicios jurídicos que saben de la legalidad"
"No desvelo lo que hablé con Florentino, hablamos de la Supercopa en Arabia, que hay que mejorar algunos aspectos... aunque la organización fue muy buena.
El desplazamiento, estar una semana allí... tal vez deberíamos estar mejor remunerados y sacar más provecho. El ambiente era de concordia", concluyó Laporta.