Mucho ruido y pocas pruebas. En el Real Madrid se han encendido las alarmas con la oferta mareante procedente de Arabia Saudí por Vinícius Júnior.
Cifras cercanas a los 350 millones de euros, que habrían puesto a temblar a más de uno en la planta noble del Bernabéu. Pero había algo que no cuadraba.
Las formas, los tiempos y los mensajes. Todo parecía sacado de una estrategia más que de una negociación real. Y por eso, desde el club, se decidió mover ficha.
Florentino Pérez ordenó verificar la información por su cuenta. Quería saber si esa multimillonaria propuesta existía o no. Y la conclusión ha sido clara.
Tras hablar con intermediarios, contactos en Arabia y personas del entorno del mercado saudí, la respuesta ha sido unánime: no hay ninguna oferta.
Nadie se ha planteado pagar esa cifra. Nadie ha mostrado interés formal. Todo apunta a que fue un farol.

El Madrid pregunta… y nadie responde
El presidente blanco ha sido muy meticuloso con el asunto. La cantidad era tan elevada que, de ser cierta, merecía atención máxima.
Por eso el club activó sus canales habituales para confirmar si había conversaciones en curso. Ni un solo indicio.
Ningún club de la Saudi Pro League ha trasladado oferta formal ni oficiosa. Tampoco ha habido movimientos desde agentes reconocidos en ese mercado. Y en la mayoría de despachos consultados en Arabia, la respuesta ha sido de sorpresa total.
“No hay nada por Vinícius. Nunca se ha planteado”, habría asegurado un directivo del Al Hilal, uno de los equipos más poderosos del país.
En el Madrid ya lo tienen claro: todo fue humo. Una maniobra del entorno del jugador.
¿Presión para renovar al alza?
La gran pregunta ahora es por qué. ¿Quién filtró la supuesta oferta y con qué objetivo? Dentro del club creen que fue una jugada del entorno de Vinícius para reforzar su posición de cara a la renovación.
Un intento de tensar la cuerda. El brasileño tiene contrato hasta 2027, pero busca mejoras. Más salario, más protagonismo institucional y, si es posible, una cláusula simbólica que lo blinde como gran estrella.
Todo esto, en un momento en el que Mbappé va marcando su propio territorio dentro del equipo.

En el Madrid no ha sentado bien el movimiento. Creen que se ha jugado con los tiempos, con la prensa y con los nervios del club. Y lo que es peor: sin base real.
Si hubo una oferta, nadie ha sido capaz de mostrarla. Y si fue solo un rumor, la jugada se ha vuelto en contra.
Florentino no traga con faroles
Florentino ha tomado nota. En el club ya no se fían de ciertos movimientos del entorno del jugador.
Y aunque Vinícius sigue siendo importante, el presidente no acepta presiones. Si alguien quiere más dinero, que lo gane en el campo.
No habrá subidas por miedo a una oferta que no ha existido.