Esta noche, Sevilla será testigo de una batalla gigante, FC Barcelona y Real Madrid se enfrentan en la final de la Copa del Rey. Un título está en juego, pero también mucho más.
Ambos llegan con presión. El Barça busca levantar el título tras una gran temporada y el Madrid quiere la Copa del Rey como consuelo. Es una final cargada de emoción, tensión y morbo, la rivalidad eterna, una vez más, lo acapara todo.
Pero hay un detalle que pocos miran y que puede marcar el futuro de ambos clubes.

Duelo de laterales: jóvenes con mucho en juego
Mientras las miradas se centran en los cracks, hay un enfrentamiento clave en la banda izquierda. Gerard Martín, por parte del Barça. Fran García, por el lado blanco, dos jóvenes, dos apuestas.
No son titulares indiscutibles, no tienen experiencia en finales. Pero hoy les toca dar la cara y eso pesa.
Un mal partido puede marcar sus carreras. Un buen partido, abrirles las puertas de la élite, pero también hay otra consecuencia: si no convencen, Barça o Madrid podrían mirar al mercado y ya tienen a alguien en mente.

Álvaro Carreras, la joya del Benfica
Ese nombre es Álvaro Carreras. Tiene solo 21 años y juega en el Benfica. Lateral izquierdo, zurdo, rápido, inteligente, con proyección ofensiva y buena lectura defensiva.
Esta temporada ha dado un salto enorme, ya suma 24 partidos, con 2 goles y 2 asistencias y en Champions fue una de las revelaciones. Sobre todo, en el partido contra el Barça. Ahí dejó claro que está listo para algo más grande.
Su perfil gusta mucho. Tanto a Flick como a Ancelotti, polivalente, con desborde y todavía en crecimiento. Es el tipo de jugador que puede marcar una década.
El fichaje puede depender de esta noche
Por eso, lo que pase hoy es clave. Si Gerard Martín brilla, el Barça podría darle continuidad, si no rinde, Carreras entra en escena.
Lo mismo pasa con Fran García. El Madrid lo está evaluando, pero si hoy falla, también mirarán al joven del Benfica.
Flick y Ancelotti lo tienen claro: necesitan un lateral de garantías y Carreras es una opción real, pero nadie quiere fichar sin necesidad. Esta final puede ser ese filtro. Esa señal.
Además, Carreras está atento. Sabe que lo siguen. Y sabe que su futuro puede depender de un partido que ni siquiera juega.