Eduardo Camavinga atraviesa un momento especialmente delicado en el Real Madrid. Todavía no ha podido disputar un solo minuto esta temporada. Los problemas físicos le persiguen y su recuperación no termina de completarse.
Xabi Alonso y la directiva confían plenamente en sus capacidades, pero la realidad es que sus constantes lesiones empiezan a generar cierta tensión interna. El mediocentro necesita continuidad.

Eduardo Camavinga y su progresión en el Real Madrid
Conviene recordar que Camavinga aterrizó en el Santiago Bernabéu con apenas 18 años, convertido en una de las grandes promesas de Europa. Desde entonces ha mostrado un crecimiento evidente.
Cuando está en condiciones, resulta un espectáculo por su potencia física, capacidad de recuperación y calidad en la salida de balón. Sin embargo, los contratiempos no le han dejado continuidad.
Un historial que empieza a preocupar
En la última temporada apenas pudo disputar 2.000 minutos repartidos entre todas las competiciones. La cifra resulta baja para un futbolista de su importancia. Además, acumuló 159 días de baja por diferentes lesiones.
Durante ese periodo se perdió 35 encuentros oficiales, lo que lastró su evolución y le restó opciones de asentarse definitivamente como indiscutible. Esta campaña ha comenzado con idéntica dinámica.
El regreso de Jude Bellingham pone en apuros a Eduardo Camavinga
Lo preocupante para Camavinga es que la situación podría ponerse aún más difícil a finales de septiembre. Si se cumplen los plazos previstos, una pieza clave regresará.
Ese día, el 28 de septiembre, está marcado como posible vuelta de Jude Bellingham tras su operación de hombro. Una incorporación que puede reducir las oportunidades del francés.
El problema para Camavinga es que, aunque su recuperación avance, no tiene aún una fecha de regreso totalmente definida. En teoría debería volver antes, pero, la cercanía del regreso de Jude Bellingham hace que su presencia en la rotación se vea mucho más complicada. La competencia aumenta.

Un rompecabezas para Xabi Alonso
Xabi Alonso se enfrenta a un auténtico rompecabezas en la medular. Tchouaméni sigue consolidándose y Valverde continúa siendo intocable en las rotaciones. Ahora Bellingham volverá a pedir sitio.
Eduardo Camavinga necesitará mostrar un nivel altísimo para no quedarse relegado al banquillo, algo que preocupa tanto a la afición como al propio jugador.
Lo que está claro es que el Real Madrid cuenta con Camavinga, pero sus lesiones son un freno que nadie puede ignorar. El regreso de Bellingham marcará un punto de inflexión. A partir del 28 de septiembre comenzará una nueva batalla por los minutos en la medular y Camavinga deberá demostrar que aún puede ser protagonista.