El Real Madrid consiguió una victoria clave por 0-1 ante el Getafe. Sin embargo, la alegría por los tres puntos se vio empañada por un parte médico inesperado. Eduardo Camavinga no volverá a jugar en lo que queda de temporada.
Una baja que duele, y mucho, en el esquema de Carlo Ancelotti. El francés sufre una rotura completa del tendón del aductor izquierdo.
Un diagnóstico claro: adiós a la temporada. El golpe fue tan duro que incluso se temió lo peor también para David Alaba, que terminó el partido con molestias.
Camavinga, fuera del curso
Desde el primer momento, el club fue cauto. Se hicieron las pruebas cuanto antes y el resultado fue contundente: Camavinga queda descartado para lo que resta del curso. Una baja sensible en un momento clave.
El francés había ganado peso en la plantilla, aportando tanto en defensa como en el medio. Ancelotti pierde una pieza clave en un momento en el que no puede permitirse errores.
La defensa, bajo la lupa
Con la baja de Camavinga, todos los focos se posaron sobre Alaba. El austríaco también acabó tocado y había preocupación. El cuerpo técnico esperaba que lo suyo fuese solo un susto, pero no querían arriesgar.
En ese contexto, la figura de Fran García toma protagonismo. De inicio, será el encargado de ocupar ese lateral izquierdo en la final. La idea es que el equipo llegue lo más equilibrado posible, aunque sea sin dos piezas importantes.
Buenas noticias con Alaba
Y aquí llega la sorpresa. A diferencia de Camavinga, la situación de Alaba ha evolucionado favorablemente, las últimas pruebas descartaron una lesión grave. De hecho, se habla de que, si no se resiente en las próximas horas, viajará a Sevilla.
Este jueves estuvo entrenando en Valdebebas con ejercicios de recuperación. El cuerpo técnico lo observa de cerca y la decisión final se tomará según las sensaciones que tenga el jugador este viernes.
La intención de Ancelotti es que forme parte del grupo, aunque sea desde el banquillo. No se espera que sea titular, pero su presencia podría ser clave en el vestuario y, llegado el caso, en el campo.
El Barça espera
La final de Copa del Rey ante el FC Barcelona será un reto mayúsculo. Sin Camavinga y con Alaba entre algodones, el Madrid llega con lo justo, pero el equipo está motivado. Hay confianza y hay una final en juego.
La presencia de Alaba, aunque no juegue de inicio, es un refuerzo emocional. Un líder silencioso que podría tener su momento si el partido lo exige.
Todo dependerá de las próximas horas. Pero por ahora, el madridismo puede respirar: Alaba está mucho mejor de lo esperado.