Antonio Rüdiger ya piensa en domingo. Es de los días que le gustan, con todos los ingredientes posibles. El problema es que sabe mejor que nadie que él y Militao deben tener cuidado: no hay reemplazo a corto plazo. De hecho, Rüdiger ha descubierto que tampoco lo tendrán en enero.
El Real Madrid ha decidido renunciar al fichaje del central francés William Saliba, actual jugador del Arsenal. Aunque el club tenía interés en sumarlo a su defensa, Florentino Pérez considera que, con Antonio Rüdiger y Éder Militão, tienen suficiente. Además, el club sigue apostando por jugadores de la cantera y jóvenes talentos aún por explotar.
Esta decisión es buena para Rüdiger, quien se ha afianzado en el once inicial tras un inicio complicado. Sin embargo, no todos ven esta renuncia como algo positivo para la competitividad del equipo. Saliba, con 23 años y gran proyección, habría elevado el nivel de la plantilla y su incorporación podría haber formado una dupla sólida y de futuro con Militão. Sin su llegada, la plantilla pierde una oportunidad de subir el nivel en la defensa.
Antonio Rüdiger ya sabe que no vendrá
William Saliba ha sido clave en el equipo de Mikel Arteta. Su seguridad en la zaga y capacidad para salir con el balón lo han convertido en un jugador fundamental. Esta progresión lo puso en la mira del Real Madrid, que lo veía como el refuerzo perfecto.
Sin embargo, los de Londres se han negado a negociar su salida. Saliba tiene contrato hasta 2027 y su club no está dispuesto a perder a una de sus estrellas. El Madrid, ante esta negativa, ha decidido no insistir y centrarse en otros objetivos. El mercado ofrece alternativas, pero la puerta para Saliba parece cerrada por completo.
Rüdiger se consolida, pero Ancelotti afronta un reto
La noticia de la renuncia al fichaje de Saliba deja una sensación agridulce. Por un lado, Rüdiger se consolida como indiscutible. El alemán ha pasado de suplente a ser fundamental en la defensa junto a Militão y su rendimiento ha sido excelente. Sin embargo, para Carlo Ancelotti, la falta de fichajes en esta posición no es la mejor noticia.
El técnico italiano tendrá que sacar el máximo rendimiento de una plantilla que, en defensa, podría haber sido más fuerte.
Saliba habría añadido competencia en una zona clave. La falta de refuerzos deja a Ancelotti con menos margen para rotaciones o lesiones. Tendrá que gestionar una temporada larga con las piezas que ya tiene, confiando en que no haya imprevistos.
La apuesta del Real Madrid
El Madrid sigue fiel a su política de confiar en los jóvenes. En lugar de grandes fichajes, el club prefiere formar talento de la casa. Aunque esto puede ser una decisión acertada a largo plazo, en el corto plazo representa un riesgo. Ancelotti deberá trabajar con lo que tiene, sin contar con un refuerzo de la calidad de Saliba.
Esta renuncia deja una pregunta en el aire: ¿será suficiente con lo que hay? El tiempo lo dirá.