Washington ha decidido actuar. A partir de 2029, todos los coches nuevos tendrán que llevar instalado un dispositivo que limita la velocidad según el límite legal de la zona donde se circula. Esta medida llega justo cuando las cifras de accidentes y muertes en la carretera son alarmantes.
¿Qué es la Ley BEAM?
La Ley BEAM (por sus siglas en inglés) es una nueva normativa impulsada para salvar vidas. Firmada por el gobernador Bob Ferguson, esta ley exige que los vehículos cuenten con un sistema de “asistencia de velocidad inteligente”. Este sistema utiliza GPS para saber en qué zona estás conduciendo y no permite que superes el límite de velocidad permitido.
El objetivo es simple y claro: reducir accidentes y muertes por exceso de velocidad. En Washington, solo en 2024, se registraron 731 muertes en carretera, una cifra que supera a la de 2023, cuando hubo 809, el año más fatal desde 1990.

¿Cómo funciona este limitador de velocidad?
El dispositivo actúa como un “guardia invisible” al volante. Si estás en una zona donde el límite es de 40 km/h, el coche no te dejará ir más rápido. Puedes pisar el acelerador todo lo que quieras, pero el sistema no permitirá que el vehículo supere esa velocidad.
Si intentas desactivarlo o manipularlo, las multas serán estrictas. No es solo una recomendación, es una obligación para proteger vidas.
¿Por qué se tomó esta decisión?
El motivo principal es la cantidad de vidas que se pierden por conductas imprudentes. Un caso especialmente doloroso ocurrió en marzo de 2024, cuando tres niños y un adulto murieron por la conducción irresponsable de un conductor con antecedentes.
Este tipo de tragedias conmueven a toda la comunidad y fueron precisamente las familias afectadas las que impulsaron esta ley. Ellas no quieren que nadie más tenga que vivir ese sufrimiento.

El impacto en la comunidad
Ted Smith, padre de una víctima en el condado de King, explica que la Ley BEAM es un rayo de esperanza. No solo reduce la velocidad, sino que da voz a quienes han perdido a sus seres queridos.
La idea es que nadie más tenga que enfrentar esa pérdida. La ley busca que conducir sea seguro para todos, peatones y conductores. Regresar a casa sano y salvo debe ser la regla, no la excepción.
¿Qué pasa ahora?
Desde 2029, todos los coches nuevos vendidos en Washington deberán venir con este limitador instalado. Será un cambio grande para la industria automotriz y los conductores, pero un paso necesario para salvar vidas.
Esta medida también abre el camino para que otras regiones sigan el ejemplo. La seguridad vial es responsabilidad de todos, y Washington está marcando un nuevo estándar.