Lo que debía ser un inicio de vacaciones tranquilo para miles de estadounidenses se convirtió en un auténtico caos. La noche del 6 de agosto, United Airlines sufrió un fallo crítico en su sistema interno que paralizó todos sus vuelos a nivel nacional. El problema comenzó poco después de las 6 pm., hora del este, dejando a pasajeros desconcertados, atrapados en aeropuertos o incluso dentro de los aviones.
La aerolínea aclaró que no se trató de un ciberataque. La causa fue un fallo en su sistema Unimatic, que gestiona datos clave de seguridad como peso y distribución de los aviones. Sin esta información, no se podía garantizar la seguridad de las operaciones.
Caos en aeropuertos clave
El impacto del fallo se sintió con fuerza en aeropuertos como Chicago O’Hare, Denver, San Francisco, Newark y Houston. En su punto máximo, más de 1,000 vuelos se retrasaron y 218 se cancelaron, alrededor del 35 % de las salidas de United Airlines.

Muchos pasajeros describieron largas horas de espera, frustración y confusión. Una pareja que viajaba a Dallas permaneció 16 horas en Denver antes de poder llegar a su destino. Un niño enfermó mientras esperaba en un avión con temperaturas altas.
Como en la película La Terminal, cientos de personas se encontraron atrapadas sin posibilidad de avanzar hacia sus destinos.
La respuesta de United Airlines
United ofreció vales de comida y hotel, y reprogramación de vuelos sin penalización antes del 16 de agosto. La compañía insistió en que la seguridad seguía siendo la prioridad y reiteró que el problema no estaba relacionado con la ciberseguridad.
A pesar de estas medidas, los retrasos persistieron durante días. En algunos aeropuertos, como San Francisco, United aseguró que los retrasos rondaban el 25 %, sin registrar cancelaciones, aunque las cifras externas mostraban otra realidad.
Lecciones y recomendaciones para viajeros
Aunque para el 11 de agosto la mayoría de los vuelos había vuelto a operar, aún se registraban retrasos y horarios irregulares. Este incidente dejó claras lecciones para los viajeros:
- Usar la aplicación o el sitio web de la aerolínea para reprogramar vuelos rápidamente.
- Solicitar un aviso de retraso por escrito, útil para futuras reclamaciones.
- Pedir reembolso en lugar de reprogramación si el retraso supera las tres horas.
- Reclamar vales de comida y alojamiento si la interrupción es responsabilidad de la aerolínea.
- Guardar recibos y capturas de pantalla de todas las comunicaciones.
Aunque United Airlines ya ha reprogramado sus vuelos, este incidente deja un recordatorio claro: incluso las vacaciones más planeadas pueden verse afectadas por fallos técnicos. La aerolínea deberá actualizar Unimatic para evitar que un fallo paralice operaciones y afecte a miles de pasajeros.