En un giro inesperado, la Administración del Seguro Social de Estados Unidos ha dado marcha atrás en parte de una polémica política antifraude que preocupaba a los mayores. La decisión, un mes después de la implementación, elimina la retención de solicitudes de jubilación durante tres días para detectar fraudes.
Cambios en la política de antifraude
La política antifraude de Elon Musk generó inquietud entre defensores de los mayores y personas con discapacidad. La medida buscaba evitar solicitudes por teléfono, lo que fue criticado por afectar a mayores sin experiencia tecnológica o lejos de las oficinas. La política obligaba a las personas a verificar su identidad a través de su cuenta en línea o en persona en una oficina local.
Sin embargo, la medida provocó una sobrecarga de llamadas y visitas a las oficinas del Seguro Social, generando más caos que soluciones. La respuesta del Seguro Social fue ajustar la política, aplicando la revisión antifraude solo a quienes solicitaran beneficios por teléfono, y retrasando su implementación.

Impacto en el servicio al cliente y en el procesamiento de solicitudes
El impacto de la política antifraude en el Seguro Social de Estados Unidos no solo generó indignación pública. Según documentos internos, el proceso de revisión afectó negativamente el tiempo de procesamiento de las solicitudes de jubilación, aumentando el retraso en más del 25%.
Como resultado, la acumulación de solicitudes pendientes creció a niveles alarmantes en el Seguro Social. A mediados de mayo, casi 575.000 solicitudes de jubilación estaban esperando ser procesadas, muchas de ellas con un retraso de más de dos meses.
Las quejas por parte de los trabajadores también fueron notorias. Joel Smith, presidente de la Federación de Empleados Gubernamentales Local 3184, criticó la decisión, diciendo que creó un problema de servicio innecesario. Además, los recortes de personal y la falta de recursos dificultaron procesar las solicitudes con la eficiencia esperada.

El futuro del Seguro Social
El Seguro Social enfrenta un panorama complicado, con un aumento de solicitudes de jubilación por el retiro de la generación baby boomer. Esta situación se agrava por los recortes de personal que la agencia está implementando. Aunque la agencia está haciendo esfuerzos para reasignar empleados y contratar personal adicional, la realidad es que el proceso de capacitación llevará tiempo.
Mientras tanto, la Administración del Seguro Social debe perfeccionar sus algoritmos antifraude para detectar solo las reclamaciones más sospechosas. No obstante, los resultados hasta el momento han sido mínimos, con menos del 1% de las solicitudes identificadas como fraudulentas. La agencia parece estar reconociendo que la eficiencia en el procesamiento de solicitudes debería ser prioritaria, especialmente cuando se trata de la jubilación, un derecho crucial para millones de ciudadanos estadounidenses.