La Ley de Equidad en la Seguridad Social entró en vigor a inicios de este año con una promesa clara: devolver los beneficios completos a millones de jubilados del sector público. Durante décadas, maestros, bomberos, policías y otros empleados públicos vieron cómo sus pensiones se reducían por dos reglas muy controvertidas. Estas eran la Disposición de Eliminación de Ganancias Inesperadas (WEP) y la Compensación de Pensiones del Gobierno (GPO).
Estas medidas penalizaban a quienes recibían pensiones del gobierno, incluso si también habían trabajado en el sector privado y habían contribuido al Seguro Social. Con la nueva ley, eso se acabó. Más de 3 millones de personas están ahora en proceso de recuperar lo que se les había quitado durante años.
Pagos retroactivos… para algunos
Uno de los puntos más destacados de la nueva ley es que incluye pagos retroactivos que se remontan a diciembre de 2023. Eso significa que los jubilados recibirán su pensión completa y el dinero que no se les pagó desde finales del año pasado.

Hasta la fecha, la Administración del Seguro Social (SSA) ha desembolsado más de 14.800 millones de dólares a más de 2.2 millones de personas. Sin embargo, no todos han tenido la misma suerte.
Un 9% de los casos aún sigue pendiente. Son expedientes más complejos que requieren intervención manual. Y mientras la mayoría ya ha cobrado, ese grupo sigue esperando, sin saber exactamente cuándo llegará su turno.
¿Por qué la demora?
La SSA asegura que está trabajando contra reloj para resolver todos los casos cuanto antes. Según su último informe, ya se ha automatizado la mayoría del proceso. Pero algunos expedientes contienen errores, datos incompletos o situaciones particulares que impiden su procesamiento inmediato.
El nuevo comisionado, Frank Bisignano, ha ordenado priorizar estos casos. Incluso ha ofrecido a los empleados trabajar horas extra los fines de semana. Aun así, se estima que algunos beneficiarios podrían no ver su dinero hasta noviembre de 2025.
Mientras tanto, la agencia sigue enviando cartas informativas a los afectados, explicando el estado de su caso y lo que pueden esperar.

Esperanza para muchos, frustración para otros
La ley representa una victoria histórica para los trabajadores del sector público. Por fin se corrige una injusticia que afectó a millones durante años. Pero para quienes aún no han cobrado, la sensación es agridulce.
Tener una ley activa no siempre significa ver resultados inmediatos y aunque hay avances, la espera sigue siendo larga para algunos. La SSA promete seguir acelerando los pagos, pero el reloj corre y los jubilados siguen esperando lo que ya es suyo por derecho. El cambio llegó, pero para muchos, el dinero aún no.