Un ajuste inesperado en el sistema de Seguridad Social de Estados Unidos ha encendido las alarmas. Millones de registros fueron eliminados tras una depuración histórica realizada por el gobierno. Aunque parezca una operación interna sin consecuencias visibles, este cambio afecta directamente a miles de personas y busca frenar fraudes que han costado millones.
¿Qué ha hecho el gobierno?
El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) llevó a cabo una limpieza masiva en los archivos de la Administración del Seguro Social (SSA). Durante más de dos meses, revisaron y depuraron datos que mostraban errores evidentes: personas supuestamente vivas con más de 120 años. Algunas incluso registraban edades de hasta 169 años.
En total, se eliminaron más de 12,3 millones de registros que, en teoría, pertenecían a personas fallecidas hace décadas. Muchos de esos archivos no se habían actualizado nunca y contenían fallos graves. Este cambio busca cerrar la puerta al fraude y a los usos indebidos de números de Seguro Social.

¿Por qué es tan importante?
A simple vista, parece una corrección burocrática. Pero en realidad, es una medida preventiva contra el robo de identidad. Los estafadores utilizan estos números inactivos para acceder a créditos, abrir cuentas bancarias e incluso solicitar beneficios federales.
Además, mantener datos falsos distorisiona las estadísticas oficiales. Esto complica la planificación de políticas públicas y la asignación de recursos. En resumen, afecta a todos: desde los contribuyentes hasta las personas que dependen de los beneficios sociales.
Reacciones mixtas
La medida fue bien recibida por figuras públicas como Elon Musk, quien la celebró como una “acción gubernamental con sentido común”. En redes sociales, la calificó como un paso clave para modernizar el sistema y reducir fraudes.
Sin embargo, algunos medios y expertos criticaron la gestión del DOGE. El New York Times, por ejemplo, señaló que los datos de ahorro económico publicados por el departamento eran confusos, con supuestas duplicaciones y cifras cuestionables.

A pesar de las críticas, la limpieza de registros de la SSA no ha recibido oposición directa. Pero sí ha dejado claro que el sistema necesita reformas más profundas.
Hacia un sistema más moderno y seguro
Uno de los grandes problemas detrás de esta situación es la tecnología anticuada. Muchos sistemas que usa la SSA siguen funcionando con software viejo, que permite errores como edades imposibles o registros duplicados.
Por eso, desde el DOGE y la SSA han anunciado que se invertirán recursos en actualizar la infraestructura tecnológica. También se integrarán herramientas de inteligencia artificial y verificación cruzada entre agencias, para detectar errores de forma automática.
Además, se continuará investigando registros dudosos, caso por caso, en colaboración con otras entidades gubernamentales.