Ni Xavi Hernández ni nadie en su entorno imaginaban este escenario al dejar el banquillo del Barça. Lideró al equipo en una de sus etapas más complicadas. Y lo devolvió a lo más alto en Liga.
Apostó por una generación joven que ilusionaba al barcelonismo. Y esperaba que las puertas de Europa se abrieran de par en par después de su experiencia blaugrana.
Pero la realidad está siendo muy distinta. Nadie llama, y el tiempo pasa.
Silencio en Italia, silencio en Inglaterra, silencio en Alemania. Y lo más duro: ni una propuesta formal sobre la mesa. Solo llamadas informales, interés vago y muchas dudas por parte de los grandes clubes.
Ni la Juventus ni el Manchester United, que en su día sonaron como posibles destinos, han movido ficha. Y eso, en privado, ha empezado a minar el ánimo de un Xavi que no se esperaba algo así.

Quiso repetir la experiencia de Guardiola
Xavi apostó por un estilo, por una idea, y hasta por una forma de vivir el fútbol. Apostó por los jóvenes, por el balón y por una reconstrucción en medio del caos institucional.
Pero en el mercado europeo actual, lo que más cotiza son entrenadores con experiencia internacional reciente o técnicos con un fútbol más pragmático.
Xavi sigue sin equipo, después de dejar el Barça hace un año. Y la espera empieza a pasar factura.
El de Terrassa esperaba proseguir su carrera como hizo Guardiola. Después de dejar el Barça, año sabático y al Bayern Múnich.
Para Xavi ha habido año sabático, pero ningún Bayern Múnich ha ido a buscarle.
Qatar le ofrece el pasado, no el futuro
Desde Doha han vuelto a llamar. Xavi dejó huella en el Al Sadd y es tratado como un ídolo en Qatar. Le han ofrecido volver, con un contrato potente y plenos poderes.
Pero él lo tiene claro: sería un paso atrás. No quiere vivir del recuerdo. Quiere construir algo nuevo… en Europa.
“No esperaba que esto me sucediera a mí”, ha confesado en privado a su entorno. Y empieza a asumir que, si la situación no cambia pronto, podría incluso parar su carrera como entrenador y buscarle nuevos alicientes a su vida.

El teléfono no suena… de momento
Pocos entrenadores pueden decir que se sentaron en el banquillo del Barça con menos de 45 años y salieron campeones de Liga. Pocos apostaron tan fuerte por una generación como la de Lamine, Cubarsí o Fermín. Pero ahora mismo, el fútbol europeo le da la espalda.
Xavi espera. Pero el teléfono sigue sin sonar.