Hansi Flick tiene un problema. Un bendito problema, dirían muchos. Tiene para una misma posición a dos jugadores superlativos y uno de los dos le sobra.
Joan Laporta se encuentra con una importante novedad en su deseo de arreglar la masa salarial de su plantilla.
El Barça necesita una venta importante
Ha intentado sin éxito vender a Frenkie De Jong, Ronald Araújo, Raphinha e incluso Lewandowski. Pero no lo ha conseguido.
El Barça sigue teniendo un serio problema con su masa salarial para cumplir con las normas del fair play financiero. Necesita vender, ingresar, para cuadrar sus números.
Y desde la secretaría técnica que dirige Deco le ha llegado una excelente noticia. Flick se enfrenta a un problema: tiene a dos jugadores jóvenes y de nivel excelente que son incompatibles.
Gavi y Fermín, en elpunto de mira
O uno u otro. Hansi Flick no acaba de ver claro colocar a los dos juntos en la misma alineación.
Se trata de Gavi y Fermín. Gavi tiene 20 años, Fermín 21. Son dos caramelos para el mercado si el Barça los coloca en el escaparate.
Sus características son similares y Hansi Flick entiende que su progresión no se puede estancar en el banquillo. Además, sería una bomba de relojería. Y prefiere quedarse con uno.
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Todo apunta que será Gavi el elegido, pero nada está decidido. Será el mercado el próximo verano quien dicte sentencia.
Fermín aprovechó la temporada pasada, con un final espectacular en los Juegos Olímpicos, para suplir la ausencia del lesionado Gavi. Pero con Flick ya no tiene la garantía de ser titular.
Un negocio de 100 millones
Desde que Gavi ha vuelto a la actividad normal, Flick ha intentado evitar que jugaran juntos. Aunque ayer lo hicieron durante unos minutos ante el Brest.
El Barça podría sacar por cualquier de los dos una cantidad próxima a los 100 millones de euros. Eso supondría una providencial inyección económica para ajustar la masa salarial y afrontar nuevos fichajes.
Sea cual sea el elegido para dejar el club, su salida será llorada por la afición blaugrana, que siente devoción por ambos. Pero el negocio es el negocio y las cifras no cuadran.