Por segundo año consecutivo, la directiva del Sevilla no se ha sentado en el palco de Montjuic. Ni ha aceptado la invitación para la comida de hermandad con la directiva del Barça.
La tradición la inició el pasado año el presidente José Castro Carmona, que ya ha sido despedido. Y la ha continuado este año el hijo del mítico presidente José María Del Nido, José María Del Nido Carrasco.
El Sevilla no quiere saber nada del Barça
El Sevilla se siente muy ofendido por el caso Negreira. A pesar de que ni el juez, ni la guardia civil, ni la fiscalía, ni el periodismo de investigación de Madrid han encontrado una sola prueba de alteración de la competición.
Aún así, el Sevilla se niega a relacionarse con la directiva del Barça como consecuencia del caso Negreira.
Y lo demostró en su reciente visita a Barcelona, en la que no hubo ni comida de hermandad ni espacio en el palco. El Sevilla no quiere saber nada del Barça. Ni el presidente ni ningún otro miembro de su consejo de administración.
La temporada pasada Laporta colocó en una de las últimas filas de Montjuic a la expedición directiva del Sevilla.
Ante las quejas mostradas, este año les ha situado en la fila uno, justo detrás del banquillo del Sevilla, con visibilidad es más que deficiente.
Las relaciones entre ambas instituciones están rotas de forma oficial. El Barça no le perdona al Sevilla su actitud.
Así defendió Del Nido su postura: “Nosotros ya lo hemos dicho en muchas ocasiones que nuestra posición con el tema del caso Negreira es firme. Creemos que los hechos son inadmisibles y nosotros no nos sentaremos nuevamente en el palco ni acudiremos a la comida directiva”.
Curiosamente, los responsables del Sevilla no aceptan comer con Laporta y su junta. Pero sí aceptan las migajas de su plantilla cuando algún jugador blaugrana se pone a tiro.
Renuncian a la langosta de Laporta, pero buscan las migajas
Renuncian a la langosta que Laporta les reserva. Pero acuden ansiosos al remate final de existencias. Por si pueden llevarse cedidos, que nunca comprados, a los jugadores que no le sirven al entrenador del Barça.
Ocurrió con Marc Guiu y Vitor Roque y sucede ahora con Ansu Fati. Guiu se fue al Chelsea y el Barça prefirió colocar a Vitor Roque en el Betis antes que en el Sevilla.
Ahora el Sevilla espera una respuesta del Barça por la cesión de Ansu Fati en el mercado de invierno y hasta final de temporada.
Pero Laporta no aceptará su petición. Y no será por las malas relaciones que presiden la relación Barça-Sevilla, sino porque el Sevilla no puede pagar la ficha íntegra de Ansu Fati. Una condición indispensable que pone el Barça para su cesión.