Lamine Yamal es musulmán y guarda escrupulosamente las normas del Ramadán, que dio comienzo el 1 de marzo y acaba el 30 del mismo mes.
El Ramadán obliga, durante el mes de marzo, a guardar ayuno diurno y a rezar cinco veces al día.
Ni comer ni beber durante las horas de luz solar
Lo de las oraciones preocupa poco o nada en el Barça, pero lo del ayuno trae en jaque al cuerpo médico del club.

Lo que sí genera preocupación es que, además de no comer, tampoco se puede hidratarse durante las horas de sol. Sin comer ni beber durante todo el día, los médicos nutricionistas del club deben hacer equilibrios para que cuando pueda producirse la ingesta de alimentos y líquidos ésta no resulte perjudicial.
Cambian los horarios y hay que adaptar la alimentación e hidratación a los partidos. Hoy, por ejemplo, Lamine Yamal no ha comido nada en todo el día y sí lo ha hecho poco antes del partido.
Hay que cuidar todos los detalles para que no salga a jugar pesado y con el estómago lleno. Pero tampoco puede salir a jugar con el estómago vacío y síntomas de flojera.
Lamine no es el primer musulmán que cumple con el Ramadán en el Barça
Lamine Yamal, de todas formas, no es el primer caso en el Barça de futbolista que cumple el Ramadán. Antes lo hicieron Dembélé, Kessié y Ansu Fati.
Lamine Yamal debe hidratarse a conciencia antes del inicio diario del ayuno, porque luego, en los entrenamientos, mientras sus compañeros beben agua, él debe resistir hasta la noche sin beber.

El club ha extremado todas las medidas de precaución, con la participación de la nutricionista Silvia Tremoleda. Y en la primera prueba de fuego, el Barça-Real Sociedad (4-0) no pareció que Lamine diera síntomas de flojera.
El departamento de nutrición del club ha elaborado un plan específico para él. El objetivo es que el cambio de horarios alimenticios no le afecte a su rendimiento.
El Barça sufre este problema con Lamine Yamal, pero el Benfica tiene a cuatro jugadores en la misma situación. Se trata de Orkun Kokçu, Kerem Akturkoglu, Zeki Amdouni y Adrian Bajrami.