El Benfica, que no es nada del otro mundo, tiene al Barça groggy en el estadio Da Luz, de infausto recuerdo por el 2-8 que le endosó el Bayern de Flick.
Szczesny ha sido el protagonista negativo de la primera mitad
La primera mitad ha tenido un claro protagonista negativo: el portero polaco Szczesny.
El Benfica se adelantó en los primeros compases del partido en una jugada en la que pilló por sorpresa a la defensa blaugrana. Empató de penalti Lewandowski. Fue un penalti claro por pisotón dentro del área a Balde.
El Barça empezaba a sentirse cómodo y a dominar al Benfica cuando en una jugada desgraciada, Szczesny midió mal su salida en un contragolpe portugués. Se llevó por delante a Balde y Vangelis Pavlidis anotó el segundo gol del Benfica y de su cuenta con la portería del Barça desguarnecida.
Pero las desgracias para el Barça no acababan ahí. Otro error de Szczesny en una salida se convirtió en penalti contra el Barça. El lanzamiento lo transformó Vangelis Pavlidis, que lograba un triplete en apenas media hora.
El Barça no encontró ni a Lamine Yamal ni a Raphinha
Los errores de Szczesny están condicionando el partido y le han puesto al Barça muy cuesta arriba la victoria en este estadio maldito.
Flick se la jugó dejando en el banquillo a Iñaki Peña apostando por la veteranía, pero Szczesny ofreció lsa imagen de portero novato e inexperto.
Raphinha y Gavi han tenido el gol en sus botas en dos remates sencillos. Pero la pelota salió fuera en el caso del primero y fue parada por el portero en el caso del segundo.
Pero el Barça no se ha encontrado. No ha conseguido sentirse a gusto sobre el césped ante un Benfica que se ha limitado a aprovechar los errores del rival.
Flick no ha dado con la tecla. El Benfica ha desactivado a Lamine Yamal y a Raphinha. Y cuando estos dos futbolistas no entran en juego, el juego colectivo se resiente.
El Barça debe entonarse en la segunda mitad porque el Benfica intentará aprovechar todos los regalos que reciba. El Barça debe apretar el acelerador, subir el tono de su juego y encontrar la fluidez en sus ataques.
Es vital que Lamine y Raphinha entren en calor. En la primera mitad no han existido.