El verano del Athletic Club ha dejado sensaciones muy preocupantes en Bilbao. El equipo de Ernesto Valverde ha completado una pretemporada para olvidar. Su balance de resultados invita a la reflexión antes incluso de arrancar LaLiga.
La afición rojiblanca esperaba que el equipo mostrara músculo competitivo tras una campaña anterior sólida, pero la realidad ha sido muy distinta.
El club solo ha logrado una victoria en siete partidos, y fue en el primero, ante la SD Ponferradina (1-0). Desde ese día, no han vuelto a ganar. Seis derrotas consecutivas ante rivales de distinto nivel y dejando la portería como un coladero.
Un desastre en pretemporada
La mala racha comenzó con un 1-0 en contra frente al Deportivo Alavés. Continuó con un 2-1 ante el PSV Eindhoven y otro 2-1 frente al Racing de Santander.
Después llegaron los duros golpes contra el Liverpool, que se impuso dos veces: 4-1 y 3-2. Para cerrar la preparación, el Arsenal pasó por encima con un contundente 3-0.
En total, el Athletic ha recibido 16 goles en apenas siete partidos, y ha mostrado una fragilidad defensiva alarmante.
Pero el problema no se queda atrás. El equipo ha tenido muchas dificultades para generar peligro real. Y sus estrellas ofensivas no han estado a la altura.
Nico Williams, sin respuesta
En este contexto, Nico Williams ha sido uno de los grandes señalados. Renovado recientemente con un contrato millonario que alcanza los 20 millones de euros anuales, debía ser la referencia ofensiva del Athletic. Sin embargo, su pretemporada ha sido muy pobre en números y sensaciones.
En los siete partidos, Nico no ha marcado ni un solo gol y apenas ha repartido una asistencia. Su influencia en el juego ha sido mínima, con poca capacidad para desbordar y una alarmante falta de confianza. Parece bloqueado y lejos de su mejor versión.
El Barça acertó con Rashford
Este panorama contrasta con la decisión del FC Barcelona este verano. Aunque Laporta y Flick valoraron a Nico como posible fichaje, finalmente el club catalán apostó por Marcus Rashford.
El inglés es un jugador con más gol, experiencia internacional y un perfil más adaptado a lo que buscaba el técnico alemán.
A la vista de la pretemporada del Athletic, todo indica que el Barça esquivó un problema. Nico afronta un año muy complicado en San Mamés, con la presión de justificar un salario de 20 millones anuales y con una afición que no tolerará otra temporada gris.
Mientras tanto, Rashford se prepara para debutar en el Camp Nou con la expectativa de ser un revulsivo inmediato. De momento, lo que ha mostrado ha sido todo bueno.