En los despachos del FC Barcelona han empezado a circular nombres que podrían reforzar la plantilla este verano. La mayoría de ellos no despierta grandes pasiones. Pero hay uno que ha generado una auténtica tormenta en el vestuario.
No es por falta de calidad. Tampoco por su situación en el mercado.
De hecho, podría salir casi gratis. El problema es otro, de tipo personal.
Pedri González no ha tardado en mostrar su enfado cuando ha escuchado el nombre. Lo considera una provocación. Y no es el único dentro del equipo.
De estrella mundial a descarte del Manchester United
Hace tan solo un año, Alejandro Garnacho era uno de los jugadores más prometedores del fútbol europeo. Su nombre aparecía entre los futuros herederos del trono de Messi y Cristiano. Pero su progresión se ha frenado en seco.
En el Manchester United lo han apartado del grupo. No entraba en los planes de Erik ten Hag y ahora tampoco en los de Amorim. Y su entorno ha empezado a moverlo por toda Europa.
Entre esos clubes ofrecidos aparece, para sorpresa de todos, el Barça.
Una operación que, sobre el papel, podría tener sentido económico. Pero que choca de frente con la realidad emocional del vestuario azulgrana.
Pedri no olvida: el gesto que lo cambió todo
El motivo del rechazo no es futbolístico. Es personal y se remonta a febrero de 2023, tras una victoria del Manchester United ante el Barça en Europa League. Garnacho celebró un gol con un gesto que imitaba a Pedri.
Manos en la cara simulando ver a través de unas gafas. Y una frase que no sentó nada bien: “Ha pasado el equipo grande”. Un desprecio al Barça, a sus compañeros y, sobre todo, a un jugador que entonces era su referencia generacional.
Pedri no ha olvidado aquel episodio. Lo considera una falta de respeto imperdonable. Y no quiere compartir vestuario con alguien que se burló de él y del club.
El resto del vestuario, con Pedri
La postura de Pedri ha sido respaldada por varios pesos pesados del vestuario. En el Barça hay memoria.
Y el gesto de Garnacho no gustó a nadie. Menos aún sus provocaciones en redes sociales.
Más allá del talento, el club cuida el ambiente del vestuario. Y la llegada de un jugador conflictivo, con pasado polémico, no entra en los planes. Ni siquiera aunque venga gratis.
El mensaje desde dentro es claro: “A este, no”.
Garnacho, otro caso de promesa frustrada
Con solo 20 años, Garnacho ha pasado de estrella emergente a descarte. Su actitud, su entorno y sus decisiones fuera del campo lo han llevado a una situación límite.
Ser ofrecido al Barça ha sido el último movimiento desesperado. Pero ni Pedri ni el resto del vestuario están dispuestos a aceptarlo.
El daño ya está hecho. Y la puerta del Camp Nou está cerrada.