En el vestuario del Barça no se habla abiertamente, pero muchos lo piensan. Lo de Marc-André ter Stegen no ha sentado bien.
El portero alemán, que parecía dispuesto a negociar su futuro y dar paso a la renovación en la portería, ha dado un paso atrás en el último momento. Se queda. Pero no por amor al escudo, sino por estrategia personal.
El club, con serios problemas con el fair play financiero, contaba con su salida o, al menos, con una rebaja significativa de su sueldo. Pero Ter Stegen no se mueve.
Su ficha neta de 12 millones de euros compromete la inscripción de nuevos jugadores. Y especialmente la de Joan García, portero fichado del Espanyol y con el que Hansi Flick contaba desde el primer minuto. El plan, ahora, se tambalea.
Ter Stegen no quiere renunciar al Mundial
Ter Stegen no solo piensa en el Barça. Su objetivo está más lejos: el Mundial de 2026 con Alemania.
Y sabe que para estar en la lista de Julian Nagelsmann, seleccionador de Alemania, no necesita jugar toda la temporada. Le basta con seis buenos meses.
Si la situación no cambia en el Camp Nou, su intención es clara: irse cedido en enero a un equipo donde pueda tener minutos.
Pero hasta entonces, bloqueará cualquier alternativa. Cree que es el mejor y está convencido de que acabará jugando. Y si no es así, ya habrá tiempo para buscar una salida temporal.
Lo que no quiere, bajo ningún concepto, es perder visibilidad en la primera mitad del curso.
Joan García, la víctima colateral
Joan García ha llegado al Barça con toda la ilusión del mundo. Joven, con proyección, y del agrado del nuevo cuerpo técnico. Pero sin margen salarial para ser inscrito, todo queda en el aire.
Flick lo quiere, pero la realidad económica manda. La ficha de Ter Stegen ocupa el espacio que Joan necesita.
En el club se trabaja en varias fórmulas para que pueda ser registrado antes del inicio de LaLiga. Pero todo pasa, de un modo u otro, por una solución con Ter Stegen. Y eso no parece estar cerca.
Choque de intereses en la portería del Barça
Lo que en teoría debía ser una transición ordenada, ha acabado en una guerra fría en la portería. La apuesta por Joan García era clara, pero Ter Stegen no lo pone fácil.
Con contrato, ficha alta y la mirada puesta en el Mundial, el alemán está dispuesto a tensar la cuerda hasta el límite. Y de momento, lo está consiguiendo.