Josep Pedrerol no lo puede evitar. El Chiringuito es una fábrica de excusas que justifican los fracasos del Real Madrid. Y, paralelamente, una fábrica de excusas para cuestionar los éxitos del Barça.
La inquina personal que Josep Pedrerol mostró siempre contra Pep Guardiola, Luis Enrique o Xavi Hernández, se extiende ahora a Hansi Flick.
Flick no ha roto un plato, no tiene amigos, ni enemigos ni se ha metido en ningún charco. Pero Josep Pedrerol ya va a por él intentando minimizar su trabajo... con niños.
Y eso que Carlo Ancelotti está seriamente cuestionado por no saber sacarle el máximo rendimiento a Mbappé. Pero para Pedrerol Ancelotti es el mejor entrenador del mundo, como Vinícius es el Balón de Oro. Y punto pelota, no se hable más.
Se acabó el debate para Josep Pedrerol
El que nunca será el mejor entrenador del mundo para Josep Pedrerol y su factoría madridista de El Chiringuito es Hansi Flick. Al menos mientras sea el entrenador del FC Barcelona.
Y le buscan las cosquillas utilizando a Lamine Yamal como arma arrojadiza: "Se acabó el debate. No es el Barça de Flick, es el Barça de Lamine Yamal. Y punto".
El "y punto" es que no hay más que hablar. Ya está todo dicho con la sentencia de Josep Pedrerol registrada en su catecismo particular para justificar los éxitos del Barça.
De la misma manera que Guardiola no era nadie porque vivía de los éxitos de Messi, Flick tampoco es nadie. Este es el Barça de Lamine Yamal.
"El Barça de Lamine"... ¿Y el Madrid de Mbappé?
Como si Lamine Yamal jugara solo. Como si no estuviera arropado por un equipo que sabe a lo que juega y tiene un estilo definido.
"Este es el Barça de Lamine Yamal", dice Pedrerol. Cuánto le gustaría decir que el Real Madrid es el de Mbappé. Pero no lo puede decir.
Algún mérito debe tener el entrenador que sabe sacarle el máximo partido a Lamine Yamal. No debe ser tan fácil. Al menos para Ancelotti no parece sencillo conseguir que Mbappé rinda.
Quizá por eso el Real Madrid actual es el de Ancelotti. Y no el de Mbappé o Vinícius.