El mercado de verano ha comenzado con los primeros roces internos en el FC Barcelona. Joan Laporta y Flick tienen prioridades distintas. Laporta piensa en las cuentas; el técnico, en lo deportivo.
Joan Laporta sabe que es fundamental equilibrar ingresos y gastos. Flick, por su parte, necesita refuerzos para competir al máximo nivel. Esa diferencia de enfoque está generando más de una tensión.

Ambos saben que el proyecto necesita solidez y estabilidad. Pero lograrlo con opiniones tan dispares no será nada fácil. Se impone la necesidad de encontrar consensos.
Joan Laporta y Flick discrepan
No es ningún secreto que la situación financiera del Barça ha sido muy delicada. Durante meses, las cuentas han estado al límite. Y eso ha condicionado muchas decisiones.
Gracias a las palancas, avales personales y sacrificios como el adiós de Messi, Joan Laporta ha salvado los muebles. Ha costado mucho, pero el panorama empieza a mejorar.
Aun así, el margen sigue siendo escaso. Para abrir la puerta a nuevas incorporaciones, primero deben cerrarse salidas con beneficio. Y ahí empieza el conflicto.
Joan Laporta busca liberar masa salarial y generar ingresos
En los despachos ya manejan una oferta importante. Desde Arabia Saudí, el Al-Nassr ha puesto sobre la mesa 18 millones por Andreas Christensen, pero el Barça no ha respondido aún.

Joan Laporta ve con buenos ojos esa venta y considera que su salida generaría margen económico inmediato. Además, cree que el hueco se puede cubrir con otras piezas de la cantera. Pero Flick no está nada de acuerdo y ha pedido que Christensen se quede, ya que su polivalencia encaja en el sistema que quiere implantar.
Andreas Christensen es clave para Flick
Flick valora especialmente que Andreas Christensen pueda ocupar dos posiciones. En defensa o como mediocentro, aporta experiencia, solvencia táctica y serenidad con balón. No quiere prescindir de él.
Hansi Flick cree que, con buena preparación física, Andreas Christensen puede ser uno de los pilares del vestuario. Además, valora su compromiso y su perfil silencioso pero eficaz.
Sin embargo, Joan Laporta insiste y sabe que una venta ahora permitiría desbloquear otros movimientos. Y su objetivo es cerrar al menos tres ventas relevantes antes del 30 de junio.
La decisión final se tomará en los próximos días. Se nota que la tensión entre dirección deportiva y cuerpo técnico es evidente, pero ambos saben que deben remar en la misma dirección.
La continuidad o salida de Christensen marcará el rumbo del verano culé. Laporta y Flick se enfrentan a su primer gran pulso interno. Y el desenlace será clave para lo que viene.