Gavi no ha vivido su mejor año en el FC Barcelona. Su grave lesión en noviembre lo dejó fuera de combate durante más de medio curso. Fue un golpe duro, tanto para él como para el equipo, que notó su ausencia en momentos clave.
A su regreso, el calendario ya no daba tregua. Los minutos eran contados y la competencia feroz. En el centro del campo brillaron Pedri, De Jong y un Fermín que se ganó el sitio con esfuerzo y goles.
El sevillano se mantuvo en la sombra, trabajando en silencio. Su carácter competitivo no entiende de excusas. Pero esta vez, el físico marcó los tiempos, y Hansi Flick optó por no forzar su regreso.
El nuevo Barça empieza con él
Ahora todo ha cambiado. Hansi Flick tiene las ideas claras. Quiere un Barça más intenso, vertical y agresivo y en ese esquema, Gavi tiene un papel importante reservado.
El técnico alemán se lo ha hecho saber, según ha trascendido, le ha mandado un mensaje directo: “Vas a jugar en el doble pivote”. No es una frase cualquiera. Es un aviso para que esté listo desde el primer día de la pretemporada.
Flick no quiere jugadores que empiecen a activarse en agosto. Quiere compromiso inmediato. Sabe que necesita recuperar a Gavi al cien por cien para darle equilibrio y garra al equipo desde el centro del campo.
El perfil que encaja como anillo al dedo
El doble pivote es una de las claves del nuevo sistema. Flick lo ha utilizado con éxito en sus etapas anteriores. Le gusta que sus centrocampistas sean dinámicos, físicos y con capacidad para presionar alto y en eso, Gavi cumple todos los requisitos.
Tiene recorrido, personalidad y un ritmo de juego que contagia al resto. Cuando está bien, marca el tono del equipo. Su intensidad no baja nunca y eso es justo lo que el Barça necesita para reconstruirse tras un año irregular.
Además, el entrenador cree que su conexión con Pedri y De Jong puede ser clave. Un centro del campo versátil, capaz de adaptarse a distintos registros según el rival y el momento del partido.
Una cuenta atrás que ya ha comenzado
La pretemporada aún no ha empezado, pero Flick ya está moviendo fichas. Su mensaje a Gavi es un claro ejemplo de que nadie tiene el puesto asegurado, pero sí que hay confianza en los que cumplen.
Gavi ya se entrena en solitario y sigue su proceso de recuperación final. Sabe que este año puede ser importante para él. La Eurocopa se le escapó, pero la temporada con el Barça puede ser la de su consagración.
Flick lo quiere preparado. El equipo lo necesita. Y el mensaje no deja lugar a dudas: Gavi tiene que estar listo, porque va a jugar en el doble pivote.