El inicio de temporada del Barça ha estado marcado por varias ausencias importantes en el centro del campo. Entre ellas, la de Frenkie de Jong. Su lesión obligó a Hansi Flick a reorganizar piezas en la medular.
En medio de ese escenario, Marc Casadó apareció como una de las alternativas más utilizadas. Su energía y compromiso le permitieron cubrir un hueco vital. Durante semanas, fue una de las soluciones más recurrentes del técnico alemán.
De Jong recuperó protagonismo el curso pasado
No es la primera vez que Casadó se encuentra en esta situación. La temporada anterior ya había comenzado con minutos importantes. Sin embargo, la historia cambió en cuanto De Jong alcanzó su mejor versión.

El neerlandés cerró el curso como uno de los líderes sobre el césped. Su influencia en la salida de balón resultó incuestionable. Por ello, su vuelta siempre genera expectación entre los aficionados culés.
Champions, el escenario señalado para el Barça
En esta ocasión, el centrocampista se lesionó con la selección de Países Bajos. El diagnóstico habló de molestias en el obturador externo de la pierna derecha. Aunque parecía una baja más larga, su evolución ha sorprendido.
De Jong ya ha anunciado que estará listo para el duelo de Champions frente al Newcastle. Una noticia que cambia los planes previstos. Y un aviso directo para Casadó, que esperaba ser protagonista en ese encuentro.
Casadó, un talento en crecimiento
La irrupción de Marc Casadó ha sido una de las notas positivas para el Barça. Su disciplina táctica y su madurez han llamado la atención. Incluso en partidos exigentes, ha demostrado personalidad y coraje para asumir responsabilidades.

No obstante, la jerarquía de De Jong es indiscutible. Su regreso significa que el joven deberá esperar nuevas oportunidades para seguir sumando experiencias. Esa competencia es, al mismo tiempo, un reto y una motivación.
Flick gana una pieza clave
Para Flick, recuperar a De Jong representa un alivio. Su estilo de juego encaja con la idea de posesión y presión adelantada. Además, aporta equilibrio en fases donde el Barça sufre más.
El neerlandés no sólo organiza, también lidera. Su comunicación constante con los compañeros refuerza la cohesión táctica en momentos complicados. Eso explica por qué su regreso se celebra como una auténtica victoria.
El reto de la Champions en el horizonte
El enfrentamiento contra el Newcastle será una prueba importante para medir fuerzas en Europa. La vuelta de De Jong añade un plus de confianza. Los culés necesitan recuperar sensaciones tras un inicio irregular.
Casadó, por su parte, seguirá trabajando para estar preparado. En un calendario cargado de partidos, tarde o temprano volverá a ser necesario. Flick lo sabe y quiere tener a todos listos para rendir.
Con su anuncio, De Jong ha mandado una señal clara: está dispuesto a liderar de nuevo al Barça. La Champions es el escenario perfecto para su reaparición para que Casadó, mientras tanto, asuma el reto de esperar su momento. El duelo europeo marcará un antes y un después en la temporada y el regreso del neerlandés refuerza la ilusión de todo el entorno culé.