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Dos hombres posando frente a un fondo colorido.

Flick y Laporta se olvidan de la oveja negra del Barça: se ha ido sin hacer ruido

El Barça ajusta su plantilla con una salida silenciosa que pasó desapercibida entre tantos movimientos

Oriol Romeu, mediocentro de 33 años, se ha despedido del FC Barcelona sin grandes anuncios ni titulares rimbombantes. El club blaugrana y el jugador han llegado a un acuerdo para rescindir su contrato, que expiraba al final de esta temporada. Romeu se marcha libre y su destino probable es el Girona, donde volvió a brillar tras Inglaterra y Alemania.

Curiosamente, el Barça no ha hecho oficial esta rescisión. En redes sociales circulan rumores de que la operación pasó desapercibida porque se produjo en los últimos días del mercado, con muchos frentes abiertos. Entre lesiones, incorporaciones y ajustes de plantilla, parece que Romeu se convirtió en un tema secundario, una “oveja negra” que se fue sin hacer ruido.

Lesiones y oportunidades perdidas

La carrera de Romeu en el Barça estuvo marcada por las lesiones. Formado en la Masía, el centrocampista debutó con el primer equipo, pero pronto buscó oportunidades en el extranjero. Su trayectoria incluye etapas en el Chelsea y el Southampton en Inglaterra, además de experiencias en el Valencia y el Stuttgart en Alemania.

Oriol Romeu vestido de suplente, con una botella de agua en la mano
El adiós de Oriol Romeu del Barça | Getty Images

Su regreso al fútbol español con el Girona fue un respiro. Allí se consolidó como un jugador importante para Michel, demostrando que todavía podía rendir a buen nivel.

Sin embargo, en el Barcelona actual, bajo las órdenes de Hansi Flick, Romeu no contaba para el equipo. El técnico alemán lo cedió al Girona el año pasado y, en la pretemporada, ni siquiera lo incluyó en la gira por Asia.

Beneficios de su salida

La rescisión del contrato de Romeu no es solo un adiós silencioso; también tiene implicaciones prácticas para el Barça. Su marcha permite liberar una ficha en la plantilla, lo que abre la puerta a Gerard Martín, lateral de la cantera. Este joven, que ha cumplido 23 años, ya no podía jugar con ficha del filial, pero ahora podría disputar partidos con el primer equipo.

Además, la salida de Romeu coincide con otras buenas noticias para el Barça. Wojciech Szczesny podría tener más protagonismo, beneficiándose de la cesión de Iñaki Peña al Elche y de la renovación de su contrato hasta 2029. Todo esto refuerza la plantilla y permite que Flick tenga más opciones para el inicio de la temporada.

Un adiós discreto pero significativo

Aunque la marcha de Oriol Romeu no haya ocupado portadas ni generado grandes titulares, es un movimiento que refleja cómo se gestionan los frentes secundarios en el Barça. El mediocentro deja el club después de años de idas y venidas, lesiones y préstamos, y lo hace en silencio, sin dramas ni despedidas mediáticas.

Para Romeu, el próximo capítulo parece claro: volver al Girona y recuperar minutos y protagonismo. Para el Barça, su salida representa ajuste de plantilla, oportunidades para los jóvenes y más espacio para los jugadores de confianza de Flick. Una operación discreta, pero que, al final, beneficia a ambas partes.