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La mano del portero del Valencia que significó su expulsión

Descanso en el Barça-Valencia: Falla Ter Stegen y el Valencia se queda con diez (1-2)

El Valencia ha aprovechado un error de Ter Stegen y otro del árbitro con un penalti riguroso para ponerse por delante

El Barça pierde en el descanso ante el Valencia  por 1-2 en el partido que cierra la jornada 33 y que está resultando polémico.

Lo cierto es que el Barça ha saltado al césped contagiado del ambiente frío y húmedo de la noche. Casi sin querer, llegó el primer gol a través de un espléndido cabezazo de Fermín rematando un centro de Raphinha en el minuto 22.

Curiosamente el Valencia había llegado hasta entonces con más peligro que el Barça a la portería contraria. El partido parecía encarrilado y los jugadores de Xavi se han dedicado a sestear hasta, pero en el minuto 27 Ter Stegen ha mostrado la falta de concentración del equipo con un error garrafal  en una jugada en la que intentó gustarse sorteando por encima de la cabeza a Hugo Duro. Pero éste le adivinó la intención y anotó el gol del empate. Y Pepelu transformó en gol el penalti.

Lejos de arreglarse la cosa, aún empeoró más con la decisión de señalar como penalti, muy riguroso, una acción de Araujo intentando cortar en el área una penetración de Peter Federico, De Burgos señaló la pena máxima. Pero si no la pita no pasa nada.

El Valencia se queda con diez

Araujo no llega al balón, pero es Peter Federico quien se abalanza sobre él  y no al revés, algo parecido a lo que sucedió en el clásico con el cuentista Lucas Vázquez.

Pero el partido reservaba más emociones en esta primera mitad. Mamardashvili  desbarata un contragolpe de Lamine Yamal con la mano y fuera del área. Era el último jugador y jugada de tarjeta roja clara, como le sucedió a Araujo ante el PSG.

Pero De Burgos Bengoetxea, en caso de duda, optó por el "sigan, sigan..". Las protestas de los jugadores del Barça y del público le hicieron sospechar que esta noche no quedaría con la conciencia tranquila, consultó con el VAR, vio la imagen repetida y a regañadientes aceptó la expulsión de Mamardashvili.

Más que por el juego, los 30.107 espectadores que se han dado cita en Montjuic en una noche fría y lluviosa han disfrutado más con las incidencias del propio partido, errores de los porteros incluidos.