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La falta de Vinícius sobre Casadó derribándole es de libro, pero Gil Manzano se hizo el sueco

El Barça confirma sus sospechas: Gil Manzano se la vuelve a jugar en la Supercopa

El árbitro ofrece más resistencia al Barça que los once jugadores del Real Madrid. Aún así, 1-4 en el descanso

En el Barça no cayó bien el nombramiento de Gil Manzano  para la final de la Supercopa. Y sus temores se han cumplido.

Es el mismo árbitro que puede presumir y presume de haber expulsado a Messi, Luis Suárez, Neymar y Piqué. 

Es el mismo que expulsó en Pamplona hace dos años a Lewandowski, al que le cayeron tres partidos por tocarse la nariz.

El árbitro que quería el Real Madrid en la final

Gil Manzano es el árbitro con el que el Barça mantiene peores registros. El árbitro con el que más pierde. Había pitado hasta hoy tres clásicos, y los tres acabaron con victoria del Real Madrid.

Probablemente por eso fue elegido para pitar la final de la Supercopa. El madridismo sociológico lo tiene todo bajo control. 

Gil Manzano es el árbitro que mantiene vínculos familiares con una peña madridista. Es el árbitro que salió de Villarreal con una bolsa blanca, con el escudo del Real Madrid, y cargada de regalos madridistas.

Ese día, Gil Manzano realizó una faena magistral a favor del Real Madrid ayudándole a levantar en Villarreal un partido que tenía perdido.

Si hay un árbitro que gusta en el Real Madrid, ese es Gil Manzano. Si hay un árbitro que no gusta en el Barça, ese es Gil Manzano.

El gol del Real Madrid no debió subir al marcador

Hoy le ha vuelto a echar un cable al Real Madrid en la jugada del 1-0. Era el minuto 5 de juego. En el inicio de la jugada se produce una falta clamorosa reflejada por las cámaras de TV.

Camavinga se ganó la amarilla en la jugada del penalti. Gil Manzano le perdonó la roja en un agarrón posterior a Lamine Yamal
Camavinga se ganó la amarilla en la jugada del penalti. Gil Manzano le perdonó la roja en un agarrón posterior a Lamine Yamal | TV

Vinícius derriba a Casadó  y ahí se inicia la jugada del contragolpe madridista que acabó en gol de Mbappé. 

Gil Manzano ni se inmutó. Y el VAR tampoco. Y luego hablan de Negreira, del CSD y de las fuerzas del mal.

El Barça comprendió a los cinco minutos que tenía que alcanzar la excelencia para ganar la Supercopa.

Y eso es lo que ha hecho en la primera mitad: alcanzar la excelencia.  Es la única manera de imponerse al Real Madrid y sus comodines.

Gil Manzano perdona a Camavinga y falsea el partido

Camavinga recibió tarjeta amarilla por su plantillazo en el muslo a Gavi en la jugada del penalti. Luego agarró con las dos manos en el minuto 45 a Gavi para truncar un contragolpe del Barça.

La segunda tarjeta era de libro. Pero Gil Manzano no tenía ganas de aplicar el reglamento si eso significaba perjudicar al Real Madrid.

Y eso es exactamente lo que hizo. Dejó a Camavinga en el campo falseando la final. 

Contra el Real Madrid siempre es lo mismo. Pero esta vez al equipo blanco no le ha bastado con la ayuda del comodín del árbitro. Al menos en la primera parte.

El 4-1 que campea en el marcador en el descanso deja muy claro quién es mejor. Por tierra, mar y aire. Y eso apenas unos meses después de 0-4 en el Bernabéu.

El Barça de Flick le produce pesadillas a Ancelotti... y sin Dani Olmo.