El fútbol femenino es la única sección profesional del FC Barcelona que arroja beneficios en su balance. 600.000 euros en el último ejercicio.
Unas lo ganan todo, otros lo pierden todo
Toda una lección de Aitana, Alexia y compañía a sus colegas Lamine Yamal, Lewandowski y cía. Cierto que los números no son cosa suya, pero mientras las chicas lo ganaron absolutamente todo la temporada pasada, los hombres lo perdieron absolutamente todo.
Lo demás llega a continuación. El Barça femenino ganó Liga, Copa, Supercopa y Champions, todo lo que jugó, haciéndose acreedor a primas, pero generando más dinero del esperado. Taquillas, premios y patrocinios.
La prima de 80.000 euros por cabeza
El club calculó en su presupuesto de la temporada 2023-24 un beneficio de 149.000 euros que al final quedaron en 600.000. Y eso a pesar de las primas de 80.000 euros por cabeza por ganarlo absolutamente todo.
Además, el club ha podido permitirse el lujo de renovar a Aitana Bonmatí con el contrato más alto de la historia del fútbol femenino: un millón de euros. Su otra jugadora franquicia, Alexia Putellas, renovó por 700.000 euros.
El Barça paga mejor que nadie porque el equipo gana y está bien gestionado con patrocinios que compensan los gastos.
Arrastraron a 45.000 personas a la final de la Champions
Paralelamente el club está satisfecho por la capacidad de movilización de su equipo femenino, que llevó a Bilbao a 45.000 personas para seguir en directo la final de la Champions League.
El fútbol masculino es la actividad principal del FC Barcelona. Pero su sección femenina es la mejor gestionada y la que más alegrías da a la afición. De momento ya van dos Champions League, y siguen sumando.
También ha copado el Balón de Oro en sus tres últimas ediciones. Se entiende que la sección se autofinancie con 17,5 millones de presupuesto. Gracias a los patrocinadores, los ingresos de las giras y los premios por los títulos.
Las chicas, además, están esperando a ver finalizado el Camp Nou para volver a llenarlo. Dos veces pasaron de las 90.000 personas poco antes de que el recinto fuera cerrado para las obras de su remodelación.
El fútbol femenino no tiene problemas de fair play financiero ni de límite salarial. Y sigue reforzándose, aunque no siempre se consiga retener a todas sus estrellas. La pérdida de Mariona Caldentey es también una muestra de gestión responsable.