Joan Laporta, el presidente del FC Barcelona, tiene estas cosas. Es capaz de convertir un fracaso de gestión en un exitazo para sacar pecho. Sucedió con David Beckham en 2003 y se ha repetido con Ousmane Dembélé hace dos años.
El "fichaje fantasma" de David Beckham en 2003
Joan Laporta luchaba por la presidencia del Barça en 2003. Llevaba las de perder, pero al final de las elecciones se sacó de la manga el as David Beckham.
Aseguró que estaba fichado si él ganaba las elecciones, a pesar de estar informado de que el jugador ya era del Real Madrid. Florentino Pérez se lo había quitado.
Pero a él le dio igual. Siguió adelante con los faroles. Y ganó las elecciones gracias al "fichaje" de David Beckham.
Ya en el poder, pidió disculpas a los electores y activó el plan B de Sandro Rosell: Ronaldinho. Y le salió bien porque el bueno era el brasileño. Cambió la dinámica perdedora del Barça y Laporta presumió de fichaje.
El drama de la marcha de Dembélé
Con Ousmane Dembélé está sucediendo algo parecido. Hace dos veranos, el jugador francés decidió unilateralmente que se iba del Barça. El PSG pagó los 50 millones de su cláusula y adiós muy buenas.
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Entonces pareció una catástrofe. El Barça debilitaba su plantilla con un jugador que, según Xavi Hernández, era el mejor del mundo en su puesto.
Se fue. El PSG le necesitaba para cubrir la anunciada marcha de Kylian Mbappé. Luis Enrique habló de que había que marcar los 44 goles que había anotado el hoy madridista en su última temporada parisina.
Año y medio después la realidad confirma que el Barça acertó sacándose de encima a Dembélé y el PSG hizo un mal negocio comprándole.
Dembélé depejó el camino a Lamine Yamal
La salida de Dembélé no solo dejó 50 millones en las arcas del club. También le abrió la puerta a un Lamine Yamal que, con el francés en el equipo, aún estaría en el juvenil del Barça.
Pero Dembélé se fue y Lamine Yamal ocupó su lugar, superando de largo su rendimiento en goles y asistencias. Dembélé tiene mucha parte de responsabilidad en la explosión prematura de Lamine Yamal.
En el Barça nadie se acuerda de él. Y en París están que trinan. Ayer fue expulsado en el dramático choque en Múnich ante el Bayern.
El PSG volvió a perder y está más fuera que dentro de la Champions antes de llegar a la fase de eliminatorias.
4 puntos sobre 15 partidos no es lo que se espera del equipo más millonario de Europa. Y mucho de ese pobre rendimiento del PSG tiene que ver con Dembélé. No ha sabido dar un paso al frente para sustituir a Mbappé.
¡Qué bueno que te fuiste, Dembélé!
Y es que Dembélé es cualquier cosa menos un líder. En la presente edición de la Champions League ha jugado 4 partidos, con 0 goles y 1 asistencia. Muy pobre para un delantero.
Además, ya ha chocado con Luis Enrique, con el que ha tenido problemas de indisciplina. El técnico asturiano le dejó fuera del viaje a Londres para medirse al Arsenal en Champions.
“Dembélé ha fallado en sus obligaciones como jugador con el resto del equipo. Esto aplica a todos los jugadores de la plantilla", dijo entonces Luis Enrique.
Y mientras tanto, Lamine Yamal encadenando victorias y entusiasmando al barcelonismo.
¡Qué bueno que te fuiste, Dembélé!