Un ex del Chelsea ha explicado el plan de Mourinho para tratar de detener a Messi: 'coserle' a patadas.
Mourinho siempre ha sido un entrenador sucio que ha tapado sus malas dotes con un juego que iba al límite e incluso intentaba lesionar al rival. Esto es lo que ha hecho público John Obi Mikel, exjugador del Chelsea, que compartió equipo con el entrenador portugués cuando este estaba en Londres.
Obi Mikel ha explicado: "Para mí, Messi era el hombre. El entrenamiento de toda la semana era para Messi. El plan de juego era darle patadas. Tienes que tener dos o tres jugadores con él. No puedes defender uno contra uno con él. Es imposible, estás muerto. Y la forma en la que juegan alrededor con el único propósito de darle la pelota a él. Y todo lo que hace es mirar el partido".
En este sentido, ha añadido: "Sé que todos hablamos de cómo camina, pero es la forma de encontrar el espacio. Y una vez que la pelota le llega a él, el movimiento, todo el mundo corre, todos se mueven. Es tan difícil. La manera en que toca la pelota, la forma en que pasa. Ya sabes, él es para mí... Sé que la comparación está ahí. Pero yo, como me he enfrentado a los dos, y Messi estaba muy cerca de mí, cuando juegas contra ellos... Para mí, no voy a decir a kilómetros, porque lo que ha hecho Cristiano Ronaldo también... Pero realmente para mí no veo la comparación. De ningún modo"
El nigeriano ha indicado: "Porque Messi es de otro planeta. Es tan bueno, que el plan de juego era simplemente darle patadas para quitarle la pelota porque no podíamos acercarte lo suficiente. Crees que estás ahí y se va. Y puedes ver nuestros partidos cuando jugábamos contra él, las entradas de Terry, de Lampard, yo le entraba, todo el mundo le hacía entradas. Esa era la única manera en la que podías pararlo".
Lo cierto es que a Obi Mikel no le falta razón, habiendo sufrido Messi en 2006 una de las patadas más duras de su carrera. Fue en un partido contra el Chelsea, cuando Asier Del Horno se pasó y estuvo a punto de romper al joven futbolista a pedazos.
La realidad es esta: Mourinho sabía que Messi estaba a kilómetros del resto y su plan pasaba por intentar lesionarle. Sin el '10' no había partido.