El técnico del Barça se agarra a lo primero que encuentra para justificar sus fracasos. La variedad de sus excusas le convierten en incuestionable maestro del llanto.
Habla de excelencia, de ADN, de estilo innegociable... pero a la hora de la verdad, después de dos años al frente del equipo, ver al Barça da pena en la mayoría de sus partidos. Solo la calidad individual de sus hombres es capaz de sobreponerse al desbarajuste táctico de un equipo que va dando tumbos. Pero lejos de asumir su responsabilidad, Xavi busca culpables a su alrededor. Y los encuentra.
Ahora dice que la culpa es de la prensa. "Sin duda". Es decir, la prensa es la que obliga a sus futbolistas a jugar rematadamente mal después de que él les pida que jueguen bien. Pero lo de la prensa es nuevo. Antes ha puesto otras excusas: la altura del cesped, el riego del césped, el sol, el calor, el árbitro, el rival que pierde tiempo. Nadie como él para encontrar excusas.
Él hace como Johan Cruyff: plantea los partidos para ganar por 3-0. Si luego ese no es el resultado final, la culpa no es suya porque él ha hecho bien su trabajo. Y si no se atreve a acusar directamente a sus jugadores (ya ha empezado con Koundé) recurre a factores externos que no se le van a quejar.
"Yo creo que les afecta demasiado lo que se dice en el entorno", dice ahora Xavi, que hace unos meses felicitaba a sus jugadores por saber abstraerse de ese mismo entorno. Y se entiende que en Barcelona hasta los suyos empiecen a cansarse de él. Sus justificaciones son aburridas: "No estamos acostumbrados a jugar de noche. No nos gusta jugar con sol. El sol nos molesta y el campo seco no nos beneficia". Eso lo dijo tras empatar en Getafe.
Y en ese mismo escenario dijo: "Si me preguntáis por el césped, nos ha perjudicado bastante. Que le pregunten al entrenador del Getafe por qué no se regó el campo y por qué estaba más alto de lo habitual".
Tampoco le gustan los calores a Xavi, prefiere jugar a la luz de la luna que del sol. Es así de exquisito: "A mí se me critica por todo y me molesta el sol, por muchos memes que me hagan. Si queremos espectáculo, que se cuide el campo. No me gusta jugar con sol, lo diré igual después de 200.000 memes".
También los rivales tienen la culpa de las derrotas del Barça: "Jugar a perder tiempo lo encuentro una trampa. Es ridículo que en el fútbol no haya tiempo efectivo". Incluso la suerte se alía contra él, como manifestó tras el sorteo de Europa League que emparejó al Barça con el Manchester United: "En los sorteos no estamos teniendo suerte, señalas el peor y ese es el que te toca". En la Champions le ha tocado este año un grupo facilito y veremos lo que pasa. De momento, Xavi no se ha quejado de que los rivales de Champions sean fáciles.
Es el mejor. Como diría Guardiola, "el p... amo" de las excusas baratas.